Ciudad de la Justicia de Almería. | Europa Press

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Una juez de Almería ha condenado a una mujer de 36 años que agredió a su marido y le provocó un corte en la cabeza con un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros de hoja tras haber discutido con él en la vivienda familiar que compartían en la capital, donde celebraban el cumpleaños de la agresora quien había consumido una gran cantidad de alcohol ese día.

El fallo, consultado por Europa Press y contra el que cabe recurso de apelación, impone a la mujer dos años de prisión por un delito de lesiones con instrumento peligroso, sentido en el que si bien tiene en cuenta la agravante de parentesco para fijar la pena, también tiene en cuenta la atenuante de embriaguez a causa del estado en el que se encontraba en el momento de los hechos.

Fue durante la noche del pasado 29 de marzo cuando la acusada, a quien le constan dos condenas anteriores a trabajos en beneficio de la comunidad por violencia doméstica, comenzó a discutir con su marido, de modo que en el transcurso de dicha pelea «comenzó a golpearle, hasta el punto de propinarle un corte con un cuchillo en la cabeza».

El hombre, que renunció a cualquier indemnización por estos hechos, explicó en sala al igual que durante el resto de la instrucción que ese día estaban celebrando el cumpleaños de la mujer, con la que lleva más de once años. Así, se invitaron a varias personas al evento que posteriormente se marcharon porque ella, que había bebido mucho alcohol, comenzó a discutir con los invitados.

El perjudicado explicó así que tras marcharse estas personas, ella comenzó a tirarle vasos, platos y otros artilugios de cocina de los que pudo esquivar la mayoría, de modo que se marchó de la vivienda para intentar que la mujer se calmara. A su vuelta, a los pocos minutos, la mujer le agredió con el cuchillo mientras que él trataba de protegerse y cayó al suelo.

Fueron los vecinos quienes tuvieron que alertar a las autoridades dado que el hombre, que tuvo que recibir varios puntos en la cabeza, no pudo usar el teléfono que se le resbalaba a causa de la sangre. La versión del perjudicado fue coincidente con la ofrecida por el agente de Policía Nacional que declaró en sala, quien explicó que fueron requeridos porque un hombre había sido atacado por una mujer.

Al llegar a la calle vio a un varón que sangraba abundantemente por un corte la cabeza producido por un arma blanca que posteriormente encontraron sobre la mesa del salón. El hombre explicó que su pareja le había cortado con un cuchillo en la cabeza tras una discusión.

Los agentes detallaron que en el momento de reconocer a la mujer estaba sentada en el sofá del salón, frente al cuchillo ensangrentado, «ebria y alterada». Por su parte, la mujer reconoció que el día de los hechos había bebido y había perdido «los nervios», de modo que también admitió haber dado a su marido «un golpe con un cuchillo en la cabeza», pero que «reaccionó sin darse cuenta».

La magistrada consideró la versión de la víctima con entidad suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia de la acusada, toda vez que se vio corroborada por la versión ofrecida por el agente de Policía Nacional así como por el parte de lesiones aportado a la causa. La juez determinó la pena mínima para la mujer en base a la gravedad de los hechos, la atenuante de embriaguez y las lesiones sufridas por el perjudicado.