Según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía en una nota, los hechos han ocurrido en las dependencias policiales cuando el presunto agresor se ha personado con evidentes síntomas de embriaguez y alteración y acompañado de dos familiares porque quería denunciar unos hechos. Dado que el sujeto cada vez mostraba más signos de agresividad, uno de los agentes le pidió que volviese en otro momento cuando estuviese más calmado.
Las tres personas se marcharon del lugar, aunque el detenido regresó a los escasos minutos vociferando y sin atender a las órdenes de los agentes de seguridad que se encontraban en el puesto de control. Tras ser calmado volvió a marcharse, aunque manifestó delante de sus familiares que lo detuvieran, que no quería estar más con ellos.
Instantes después, el mismo individuo se volvió a personar en comisaría, en un estado muy agresivo, y entró en la sala de espera de la oficina de denuncias mientras gritaba que iban a tener que detenerlo.
Otro de los agentes de Policía Nacional que se encontraba en las dependencias prestando servicio en la oficina de denuncias observó que esta persona accedía al interior de la sala de espera «de manera muy agresiva, con síntomas de embriaguez, a la vez que vociferaba que no se marcharía hasta que no denunciase».
Tras un intento fallido por tranquilizarlo, tuvo que solicitar apoyo a otros agentes, quienes en el momento de acercarse a este hombre para que abandonara las dependencias recibieron diversos golpes, por lo que tuvieron que reducirlo y, tras oponer éste una gran resistencia, fue finalmente detenido.
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