De Andrés (PP) cree que PNV "tiene dados ya los votos" a Sánchez pero no quiere ser "el primero en entregarlos"

En una entrevista concedida a Onda Cero, recogida por Europa Press, Javier De Andrés ha asegurado que no le sorprenden «nada» las manifestaciones de la presidenta del BBB del PNV, Itxaso Atutxa, que ha afirmado este miércoles que la negociación para la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno del PSOE, Pedro Sánchez, «por lo menos ha tomado forma» y se ha abierto «una vía apropiada para trabajar».

A juicio del aspirante a la presidencia del PP vasco, el PNV «tiene dados ya los votos al Partido Socialista» aunque no quiere «ser los primeros en entregar sus votos» y hace «como que tienen ahí una negociación abierta».

«Pero realmente el compromiso todos sabemos que lo tienen», ha insistido De Andrés, para quien el PNV «lo que está intentando es aproximar a otras fuerzas políticas que son un poco más reticentes», en referencia a Junts.

Así, ha enmarcado «la visita que hizo Ortuzar a Waterloo para reunirse con Puigdemont dentro de una voluntad del Partido Nacionalista Vasco de que Junts rebaje un poco su posición, facilite el diálogo para llegar a ese acuerdo que el PNV desea tanto como Pedro Sánchez».

En esta línea, ha asegurado que en el PP vasco «sabían» que el PNV no iba a dar su apoyo a la candidatura de Alberto Núñez Feijóo porque gobierna con los socialistas en las instituciones vascas y «tiene unos compromisos que, si no los cumple, le van a pasar factura en su cuota de gobierno».

Igualmente ha apuntado que a EH Bildu, «en esa línea de blanqueo que han conseguido y de normalización de imagen, le conviene que continúe Sánchez» y ERC también «sería fácil de incorporar» a un acuerdo para investir al candidato socialista.

Por contra, ve «más reticentes» a «Junts y Puigdemont», que «quieren aprovechar sus siete votos en el Congreso para resolver sus problemas de delincuencia, de malversación de fondos públicos y otros delitos».

De este modo, ha advertido de que, para que Sánchez sea de nuevo presidente, «tiene que incurrir en una ilegalidad» porque «el único margen que le queda es entrar en una dinámica de satisfacción de delincuentes», en alusión a la posible amnistía.