Las investigaciones comenzaron en octubre del pasado año, cuando a través de diversas informaciones se ponía en conocimiento de los agentes una posible plantación de marihuana ubicada en un inmueble de la localidad de Petrer, según ha indicado la Policía Nacional en un comunicado.
El Grupo de Estupefacientes de Policía Judicial de la Comisaría de Elda-Petrer realizó las oportunas comprobaciones de investigación y confirmó que dichas informaciones eran ciertas. Por ello, solicitaron un mandamiento de entrada y registro, que autorizó por el Juzgado.
En total, se han desmantelado cuatro plantaciones de marihuana de tipo 'indoor' destinadas al tráfico de estupefacientes a gran escala, presumiblemente a nivel nacional e internacional. Estas plantaciones estaban enganchadas ilegalmente a la red pública de suministro eléctrico.
El grupo criminal utilizaba presuntamente un sistema de plantaciones cíclicas para no quedarse nunca sin existencias de la droga, como demuestra el «alto grado de sofisticación» que observaron los agentes en las plantaciones. Estaban dotadas de un sistema de aire acondicionado, sistema de extracción con filtros, sistema hidropónico y de iluminación led «muy sofisticado y a la vanguardia», así como esquejes para la renovación de la cosecha recolectada.
Los inmuebles estaban dotados de grandes medidas de seguridad, con puertas acorazadas y sistemas de vídeo vigilancia. Además, tenían una maquinaria para la separación y secado de los cogollos de manera industrial, lo que «denotaba la gran cantidad de plantas de marihuana que se podían procesar y preparar para su distribución».
Los agentes se han incautado de 80 kilos de cogollos de marihuana, 80 gramos de polen de marihuana, 284 plantas de marihuana y una escopeta calibre 12, de marca Stinger. El arma tenía culata extensible, estaba municionada y con un cartucho en la recámara lista para hacer fuego. Supuestamente, era utilizada los miembros del grupo criminal para procurarse seguridad y protección ante posibles robos por parte de otros delincuentes, denominados 'vuelcos', o para otros hechos delictivos, lo que «demuestra la peligrosidad de los detenidos».
En total, han detenido a cinco personas detenidas, cuatro varones y una mujer, de entre 33 y 63 años de edad. Se les imputan delitos de tráfico de drogas, pertenencia a grupo criminal y defraudación de fluido eléctrico.
Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de la localidad de Elda, quien decretó el ingreso en prisión de dos de los detenidos, mientras que el resto quedaron en libertad con medidas cautelares.
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