Repasa la historia de la lucha contra el sufrimiento animal, que, lejos de ser una moda, ha sido criticado por intelectuales y políticos durante siglos, explica en declaraciones a Europa Press.
Licenciada en Derecho y en Filosofía y registradora de la propiedad, es autora también de 'Nietzsche y los animales', pero en esta ocasión ha querido escribir algo menos filosófico: «Suscitar que la gente se haga preguntas cuando se aborda este tema. No es mi catecismo».
La jurista asegura que la lucha contra el maltrato animal «no debería ser patrimonio de un partido político. Ir unos contra otros impide un cambio cultural más profundo para acabar con el supremacismo y el especismo».
"las leyes están fracasando"
Considera que las leyes que pretenden evitar el maltrato «están fracasando»: pone como ejemplo la ley de bienestar animal aprobada por el Gobierno en la anterior legislatura y que, a su juicio, ha tenido efectos contraproducentes.
«La ley da barra libre al abandono del galgo y a embolar un toro, y contempla requisitos demasiado estrictos para adoptar. Al final, nos quedamos con la anécdota de la mujer multada por entrar en una farmacia y dejar a su perro fuera», afirma.
"horror" en granjas y laboratorios
La autora, que se doctoró en Derecho con una tesis sobre justicia para los animales, lamenta el «horror» que viven en las granjas, en los laboratorios donde se experimenta con animales --a su juicio, sin fiabilidad-- y en las corridas de toros, algo que muchas personas no quieren ver, sostiene.
También se refiere en el libro a la caza: «Me horroriza la crueldad pero, sobre todo, que alguien disfrute con ella».
No obstante, se muestra optimista respecto a la progresiva concienciación sobre el sufrimiento animal, pues cree que se ha avanzado en los últimos años: «Si hace 20 años hubiera escrito este libro, hubiera tenido problemas. Ahora es bien recibido por ciertos sectores».
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