Los hechos tuvieron lugar pasado 15 de diciembre a las 15 horas en la calle cercana a Santa Engracia. Dos mujeres exuberantes con abrigos largos y bolsos de marcas importantes estaban intentando entrar en un edificio, una manipulando la cerradura con una tarjeta y la otra tapándole. El portero de la finca vio algo raro y al acercarse las mujeres abandonaron rápidamente el lugar.
El portero llamó inmediatamente a la Policía mientras las seguía a una distancia prudente. Poco después, las jóvenes entraron en el número 19 de la calle de Santa Engracia. Y mientras intentaron manipular la cerradura de un piso de la cuarta planta para robar en su interior comenzaron a llegar varias patrullas.
Entonces, varios agentes subieron sigilosamente por las escaleras mientras otros esperaban en la puerta para evitar una posible huida de las ladronas. Así, las sorprendieron intentando entrar a una de las casas y, para disimular, llamaron al timbre sin éxito.
Al ser interceptadas, las dos mujeres entregaron a los policías distintos útiles, entre los que se encontraba el típico adhesivo utilizado por los ladrones de viviendas para marcar puertas, además de 300 euros. Una de ellas incluso guardó botín en el sujetador, para no ser detectado en un primer registro del bolso, ha detallado 'El Confidencial'.
Por todo ello, fueron detenidas. Se trataba de dos jóvenes de Europa del Este. Una de ellas tiene 29 años, es de origen serbio y nacionalizada italiana y la otra tiene 23 años y es de la misma nacionalidad. Tienen antecedentes por hechos similares de robos con fuerza.
La 'banda de las top models'
Su procedencia, características y 'modus operandi' coincide con el conocido como 'clan de las top model', bandas de chicas jóvenes de origen del este europeo que asaltan pisos de barrios de alto poder adquisitivo como Salamanca, Chamberí o Retiro. Y, en ocasiones, se visten y se maquillan como auténticas 'top models' para aparentar vivir allí.
Estas ladronas, a la que en ocasiones acompañan hombres, llaman a los telefonillos de estos edificios con cualquier pretexto para que les abriesen el portal de entrada a las fincas. O, si no es posible, los fuerzan. Una vez en el interior de las comunidades, utilizaban el método del resbalón para acceder a las casas y sustraer efectos de valor. En otras ocasiones dejan pequeñas bandas de plástico y vuelven pasado unos días para comprobar si nadie las ha quitado y saber que al estancia está vacía.
Por eso, la Policía aconseja cerrar la puerta siempre echando varias vueltas a la llave y desconfiar si los moradores de las viviendas encuentran estos plásticos en los quicios de las puertas. Si se encuentran en esta situación o se topan con chicas sospechosas en las entradas, portales o escaleras, es recomendable llamar al 091.
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Cada nación a lo que han aprendido....