Archivo - APR Ciutat Vella | PILAR ALBELDA VALLS - Archivo

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El Servicio de Movilidad del Ayuntamiento de València ha iniciado los trabajos de señalización «consensuados» con vecinos, comerciantes y las entidades sociales y falleras en el Área de Prioridad Residencial (APR) Ciutat Vella Nord. Las tareas han comenzado con la instalación de una estación de reparación de bicicletas en el aparcamiento Centre Històric-Mercat Central.

Del mismo modo, entre la noche del domingo 14 y la mañana del lunes 15 se efectuarán los trabajos de pintura y señalización vertical para crear una nueva zona de carga y descarga en el número 10 de la calle del Doctor Chiarri, según ha detallado el consistorio en un comunicado.

A ello se añaden dos nuevas paradas de taxi en la plaza Ciutat de Bruges y en la plaza de Tavernes de la Valldigna, en horario de tarde-noche, que es cuando finaliza el horario de carga y descarga del mercado de Mossén Sorell.

También se han iniciado los trabajos para reconvertir 31 plazas de estacionamiento de zona verde a zona naranja en las calles de Na Jordana (5), Salvador Giner (14), Doctor Chiarri (5), Beneficència (3) y Corona (4).

De este modo, de las 122 plazas de estacionamiento reservadas exclusivamente para residentes, 91 se mantienen como zona verde y 31 pasan a ser zona naranja y, por tanto, compartidas en horario de 09.00 a 20.00 horas entre semana y de 09.00 a 15.00 horas los sábados.

El Ayuntamiento ha recordado que aunque se trata de un área de prioridad residencial «todas las personas autorizadas a entrar no disponen del distintivo de residentes».

Además, con estas intervenciones se van a eliminan los trayectos cerrados o 'bucles', al permitir la circulación por la plaza del Tossal, calle de Dalt y Pintor Fillol, por lo que los autorizados a circular por el interior del APR podrán acceder a las calles del Moro Zeid y Sant Miquel desde la calle Caballeros y la de Dalt, dado que se permite atravesar la plaza del Tossal, y también circular por toda la calle de Dalt sin desviarse, así como salir por Pintor Fillol y Pare d'Òrfens hacia Blanquerías.

Estos bucles o itinerarios cerrados buscaban disminuir el tráfico y evitar al oportunista (aquel que no tenía destino dentro del barrio pero que lo atravesaba para llegar a otro punto de la ciudad) por el interior de Ciutat Vella cuando aún no se habían instalado las cámaras de control de accesos.

Sin embargo, ahora el consistorio --dirigido por PP y Vox tras las últimas elecciones municipales-- asegura que los bucles «ya no cumplen su función inicial porque ya no hay tráfico oportunista que evitar desde la implantación del APR».

Por último, a partir del miércoles 17 se ampliarán los horarios de carga y descarga de las calles Canvis y Numància hasta las 12.00 horas. En la mayoría de calles peatonales del APR se puede realizar carga y descarga de lunes a sábado no festivos de 08.00 a 11.00 horas.

Compromís: "una auténtica barbaridad"

Desde la oposición, el concejal de Compromís en el Ayuntamiento y anterior responsable de Movilidad con los gobiernos de La Nau y el Rialto, Giuseppe Grezzi, ha remarcado que estas medidas «en ningún caso, por mucho que así lo asegure el PP, han sido pactadas con los vecinos», al tiempo que ha lamentado que la alcaldesa de València, María José Catalá, «ni dos días ha esperado para confirmar que sus propósitos verdes eran bufas de pato».

Así, ha criticado que este mismo fin de semana «ya ha seguido desmantelando los logros en materia de sostenibilidad del gobierno de Compromís», ahora, «eliminando los bucles de circulación que, desde hace ocho años y hasta hoy, han posibilitado la práctica peatonalización del centro histórico de València».

El edil de Compromís ha advertido de que permitir la circulación motorizada «indiscriminada» por el interior de Ciutat Vella, «recortar calles peatonales ganadas», permitir el acceso de vehículos a la APR y el estacionamiento en su interior a los no residentes es «una auténtica barbaridad».

Para Grezzi, se trata de «un regreso a los años 80, impropio de una ciudad europea que se precie de cuidar su patrimonio histórico». «Una cacicada, además, contraria al Plan Especial de Protección de Ciutat Vella», ha añadido.