El pasado 20 de enero, en torno a las 20.30 horas, agentes de la Benemérita realizaban un servicio de vigilancia cuando observaron un vehículo estacionado escondido entre árboles frutales, por lo que iniciaron una batida a pie y encontraron al cazador a unos 150 metros, en un cebadero armado con una escopeta.
Los guardias civiles tenían conocimiento de que se estaban llevando a cabo prácticas de furtivismo, en horario nocturno, en la zona de la margen izquierda del rio Cinca, han indicado en una nota de prensa.
En el interior del vehículo se hallaron dos armas de fuego más, una de ellas ya municionada y lista para su uso y un cuchillo de remate. Intervinieron todas las armas localizadas: una escopeta del calibre 12, una carabina del calibre 22, un rifle del calibre 7 milímetros REM, un cuchillo de remate de 21 centímetros de doble hoja puntiagudo y una linterna.
De esta actuación se desprenden siete infracciones que, presuntamente, vulneran lo dispuesto en la Ley 1/2015 de Caza de Aragón y en el Reglamento de Armas y Explosivos, que serán remitidas al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón de Huesca y a la Subdelegación del Gobierno de Huesca, al incurrir en infracciones a la vigente Ley de Caza y al Reglamento de Armas.
Por otro lado, todos los efectos intervenidos han sido entregados a la Intervención de Armas y Explosivos de Fraga, a disposición de lo que disponga la autoridad gubernativa.
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