Los Agentes Forestales están procediendo este fin de semana a renovar las marcas de las vías y sectores que deben evitarse durante la práctica de este deporte, que cada vez cuenta con más practicantes en la región, han informado a Europa Press fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid.
Especies como el águila real (Aquila chrysaetos), el águila perdicera (Aquila fasciata), el buitre leonado (Gyps fulvus), o el halcón peregrino (Falco peregrinus), protegidas en la Comunidad de Madrid, instalan sus nidos en determinados roquedos de La Pedriza, en la vertiente sur de la sierra, y durante estas fechas se encuentran en el período de incubación de los huevos.
Es, por tanto, un momento «muy sensible» para estas especies, ya que si detectan la presencia de escaladores huyen dejando los huevos sin protección y perdiéndose las crías.
Para evitar este daño a la fauna autóctona y continuar con la correcta gestión y conservación de este entorno protegido, el Cuerpo regional de Agentes Forestales colabora con el Parque Natural en la instalación de señales en las vías de escalada que informan de que en la zona hay nidos de aves, por lo que está prohibida la práctica deportiva en esa zona, a través de las rutas ya existentes o la apertura de vías de escalada nuevas.
De la colocación de estas señales en zonas altas se encarga el Grupo de Grupo de Trabajos en Altura del Cuerpo de Agentes Forestales (GIAM). Además de la señalización en las vías de escalada, hay otros carteles de mayor tamaño en los aparcamientos de La Pedriza avisando de este cuidado especial, en las sendas que llegan a estas zonas y al comienzo de Las rutas de escalada.
Y los técnicos medioambientes de los Centros de Visitantes del Parque avisan, asimismo, de la importancia de respetar esas señales cuando se esté en la cercanía de las aves.
Los Agentes Forestales, además de colocar los avisos, elaboran un censo anual de aves protegidas, informan a los excursionistas que transitan por la zona de la necesidad de respetar las áreas de nidificación de las aves y, en el caso de que no sea así, denunciar a quienes realicen actividades que perjudiquen a estas especies.
Programa de conservación
Cada año, los agentes se enfrentan al problema que causan algunos visitantes, especialmente aficionados a la escalada, que no respetan las señalizaciones y llegan a causar daños en los momentos de nidificación de esas aves protegidas. Esta actividad se completa con la que realizan los técnicos medioambientales, que cuentan con un programa de conservación de aves y tratan de aumentar su número cada año.
A fin de proteger su presencia en la región, que supone una riqueza para la biosfera, les aportan alimentación suplementaria mediante la suelta de peces vivos en charcas cercanas o llenan de conejos las madrigueras del entorno, contribuyendo además a limitar la superpoblación en otros lugares de la comunidad autónoma.
Asimismo, restauran las plataformas de nidificación que se estropean entre los períodos de estancia anual y realizan un seguimiento de la migración mediante emisores con GPS que instalan en algunos ejemplares, sin causarles ningún perjuicio. La información de las áreas restringidas se puede consultar en este enlace.
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