La talla del Gran Poder en su tomplo sin haber procesionado a causa de la lluvia | Europa Press

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Ninguna de las seis hermandades que componen la nómina de la Madrugada del Viernes Santo en Sevilla --El Silencio, Gran Poder, Macarena, Calvario, Esperanza de Triana y Los Gitanos-- han podido salir a las calles después de sopesar los malos pronósticos del tiempo ofrecidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), con porcentajes cercanos al 100%, de modo que la lluvia y la incertidumbre han frustrado esta jornada y han reeditado una estampa que no se repetía desde el año 2011.

Ese año, como consecuencia del agua, tampoco salieron las seis hermandades de la Madrugada, ya que no quisieron arriesgar teniendo en cuenta que el porcentaje de lluvia facilitado entonces por la Aemet era de un 70%. Se producía así una circunstancia insólita, hasta el punto de que ese aciago hecho no se producía desde 1933, en aquella ocasión por desavenencias políticas, y excepción hecha de los años 2021 y 2022, en los que no hubo procesiones en las calles por la situación derivada de la pandemia del Covid.

La hermandad de la Esperanza de Triana fue la primera en comunicar a sus hermanos que no realizaría estación de penitencia a la Catedral. Un anuncio oficial que se produjo en torno a las 23,30 horas. Al filo de la medianoche, fueron las hermandades del Gran Poder y la Macarena quienes tomaron la misma decisión ante los malos pronósticos del tiempo, con porcentajes de lluvia cercanos al 100% toda la madrugada. Pocos minutos después lo hicieron El Silencio y Los Gitanos.

El Gran Poder decidió abrir la Basílica a los hermanos, devotos y fieles «para rezar antes los Sagrados Titulares». La Junta de Gobierno de La Macarena señaló en un comunicado en sus redes sociales que «priorizaba el cuidado del amplísimo cuerpo de nazarenos de la cofradía». «También ha velado por proteger a los Sagrados Titulares y al patrimonio material de la Hermandad».

En esa línea se manifestaba la hermandad de la Esperanza de Triana: «Esta decisión, tan difícil como dolorosa, se toma desde la responsabilidad debida con todos los hermanos que conforman nuestra cofradía, los cuales no merecen ser expuestos innecesariamente a las inclemencias del tiempo, tanto en su camino de ida a la Capilla de los Marineros como durante la salida procesional».

«Una difícil decisión que se toma pensando siempre en el bien de nuestro patrimonio material, pero sobre todo, humano. A pesar de todo, damos gracias al Señor de la Salud y a su Madre Bendita de las Angustias por estas lluvias tan necesarias», destacaba Los Gitanos en un comunicado.

Tampoco el calvario

Ya a las 3,28 horas de la madrugada, la hermandad del Calvario hacía oficial su decisión de cancelar igualmente su estación de penitencia a cuenta de la lluvia.

Desde la Iglesia de San Antonio Abad, en la céntrica calle Alfonso XII, tenía programada su salida la cofradía del Silencio sobre la una de la madrugada. A escasos metros, en el 'palquillo' de La Campana, junto al presidente del Consejo de Hermandades, Francisco Vélez, estaba previsto que estuviera el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, en su tercera Semana Santa en la ciudad desde que ocupa la sede de San Isidoro.

A la misma hora que iban a iniciar su estación los Primitivos Nazarenos de Sevilla habrían abierto, en circunstancias normales, las puertas de la Basílica de San Lorenzo, desde donde procesiona la hermandad del Señor del Gran Poder, principal devoción de la ciudad junto a la Esperanza de Macarena.

La cofradía que viene de San Gil, con más de 3.000 nazarenos en su cortejo, habría cruzado el Arco poco minutos después de la medianoche. El Calvario, cuarta en la nómina del día, tenía anunciada su salida a las 4,00 horas. Justo después de la corporación de la Magdalena, con sus enlutados nazarenos, habría pasado por la Carrera Oficial la hermandad trianera con sede en la Capilla de los Marineros, en la calle Pureza, con el Nazareno de las Tres Caídas y la Virgen de la Esperanza. La hermandad de los Gitanos, con su particular impronta, habría puesto el broche perfecto, un año más, a la noche más esperada de la ciudad.

Otras madrugadas difíciles

La última vez que el agua deslució esta jornada fue en 2018, cuando las hermandades de capa --las que tienen un mayor recorrido-- apresuraron el paso en la vuelta y entraron en sus templos mucho antes de lo previsto ante el temor de que irrumpiera la lluvia con fuerza.

Más nefasta resultó la madrugada de 2013, con las mismas hermandades como protagonistas indeseadas, dado que tuvieron que buscar refugio en otros templos: La Macarena, en la Anunciación (paso del Señor de la Sentencia) y El Salvador (el palio de la Esperanza); Los Gitanos, con sus dos pasos en la antigua sede de la Universidad, después de que la lluvia le sorprendiera en la Campana, y Triana, que decidió permanecer en la Catedral.

En 2004, sólo realizó su estación de penitencia la hermandad de la Esperanza de Triana, tras pedir una prórroga al Consejo y efectuar su salida a las 3,30 horas. La cofradía de la calle Pureza pudo completar su recorrido sin que se viera afectada por la lluvia, que sí apareció a primera hora de la tarde.