El conseller de sanidad, Marciano Gómez, cmparece en Les Corts | JOSÉ CUELLAR/CORTS VALENCIANES

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La Inspección de la Generalitat ha detectado que en el último programa del gobierno del Botànic, durante el periodo 2022 y 2023, no se invitó a participar en el programa de cribado de cáncer de mama al 24,57% de las mujeres a las que correspondía por rango de edad con una cobertura de participación que «solo» alcanzó al 54,81% de la población elegible y un tiempo medio en citar a la paciente para comenzar el tratamiento tras ser diagnosticada un 40% superior al recomendado.

Así, lo ha señalado este lunes el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, en su comparecencia en Les Corts para explicar la situación del programa de detección precoz de cáncer de mama, en la que ha recalcado que se trata de un tema «muy, muy grave» porque los tres informes realizados por los servicios de Inspección de la Generalitat, que encargó el pasado 20 de febrero, han «confirmado irregularidades».

Gómez ha advertido de «no habrá soluciones pasado mañana porque conforme está la situación deficitaria en algunos aspectos va a costar mucho trabajo encauzarlos» a pesar de las ocho medidas puestas en marcha, entre ellas una inversión de 3 millones para la adquisición de 10 nuevos mamógrafos y el anuncio de que las Unidades de Prevención de Cáncer de Mama (UPCM) pasarán a depender de los departamentos de salud a través de los servicios de radiodiagnóstico de los hospitales.

En ese sentido, ha señalado que comparece ahora cuanto ha tenido «los datos explícitos y tajantes» que había solicitado que revelan que durante los años 2022 y 2023 el Botànic «dejó a 167.083 mujeres sin invitar a este programa, lo que supone una de cada cuatro mujeres». En concreto, los servicios de Inspección ha concluido que en ese periodo se tendría que haber citado a 846.958 mujeres, pero solo fueron invitadas 679.875 mujeres.

A demás, «tampoco se cumplió» con el objetivo de que un mínimo del 85% de las mujeres invitadas aceptara participar ya que solo se alcanzó una cobertura del 54,81% --464.195 mujeres-- bien por decisión propia de no realizarse la mamografía o por fallos del sistema, lo que «refleja claramente que este programa no funcionaba correctamente». «Mientras yo esté pondré toda mi voluntad para que toda la población diana sea invitada, no es una cuestión de número, sino de responsabilidad para poder tratar a tiempo un cáncer», ha recalcado.

Asimismo, respecto al programa de seguimiento --se solicita una mamografía cada dos años-- revela que «una mujer que a lo largo de su vida debería participar en 10 rondas con este sistema podría perder hasta 4 rondas o más por los retrasos acumulados, lo que es intolerable».

Las «deficiencias» también abarcan al tiempo medio de acceso a un tratamiento en caso de diagnóstico que para ser «óptimo» debe oscilar entre las 6 y 8 semanas cuando entre 2022 y 2023 fue más de un mes del plazo recomendado, en concreto 12,85 semanas. «Es vergonzoso e impropio de este programa», ha recriminado.

Gómez ha vuelto a insistir en que el origen de estos problemas es «diáfano»: «una absoluta discordancia orgánica y funcional» por «las discrepancia» existentes entre Compromís y el PSPV en sus áreas de gestión. Así, ha apuntado a que había «un grave déficit de inversión en mantenimiento y renovación de mamógrafos obsoletos; y un alarmante déficit de personal lo que, unido a la inexistente reorganización del programa para cubrir las necesidades obligaba a que más del 60% de las lecturas se hicieran en jornada complementaria».

Además, se ha referido a «graves deficiencias del sistema de información del programa y a la ausencia de integración del mismo con los sistemas asistenciales, lo que provocaba retrasos »inaceptables« en la derivación de los casos sospechosos a hospitales, que en muchas ocasiones llegaba a realizarse en papel y a través de valija».

El resultado es que «lejos de invitar a participar en el programa a todas las mujeres que deberían, se ajustaba la oferta a la demanda, es decir, señalaba a aquellas que se les podía hacer y no a las que se les tenía que hacer», ha señalado Gómez, que ha pedido al PSPV y Compormís «decencia para pedir pedón y colaboración».

Del mismo modo, ha lamentado que no convocaran a la Comisión Asesora del Programa de Prevención de Cáncer de Mama de forma extraoridnaria. «Poco interés siendo generoso, desidia siendo riguroso», ha afeado el conseller, que ha informado de que se reactivó esta comisión el 13 de febrero de 2024 para «tomar medidas inmediatas».

Nuevo modelo de gestión

Así, para resolver estas deficiencias detectadas ha anunciado un plan de choque «limitado en el tiempo poniendo hasta que se desatasque esta situación porque la idea es que absolutamente todos los programas de screening de cáncer de mama se realicen en la sanidad pública».

Asimismo, ha anunciado 3 millones para adquirir 10 nuevos mamógrafos y se replanterán las plantillas necesarias y ya se han iniciado los trámites para que las Unidades de Prevención de Cáncer de Mama pasen a depender orgánica y funcionalmente de los departamentos de salud.

Del mismo modo, se introducirá la inteligencia artificial para que colabore en el diagnóstico y agilice los tiempos del proceso. Así, está previsto que durante el verano se implanten cuatro proyectos pilotos en la Comunitat Valenciana: dos en Valencia, en los hospitales Clínico y La Fe; uno en Alicante, en el hospital Doctor Balmis y uno en Castellón, en el hospital General.

También se mejorará la interoperabilidad de los sistemas informáticos, de manera que las unidades de prevención puedan acceder a la información clínica de las pacientes, al igual que desde otras unidades asistenciales se pueda acceder a los resultados registrados por las unidades preventivas. «Esto no puede ser un debate político partidista», ha recalcado.

"baile de cifras"

Por contra, desde la oposición han acusado a Gómez de dar «datos falsos» en un «baile de cifras para ocultar su negasta gestión». Así, el portavoz de Compromís en Sanidad Carles Esteve ha señalado que son «mentira» los datos dados por el conseller porque «todos los años, menos el de pandemia, se superan las 320.000 mujeres invitadas» y es «falso» que hubiera 150.000 mujeres esperando cuatro años para hacerse una mamografía.

«Solo quiere taacar al gobierno anterior y tapar su mala gestión porque por primera vez ha parado este programa en un departamento», ha recriminado Esteve, que le ha afeado además el dinero y tiempo invertido «en unos datos que ya tenía porque la diferencia con la memoría de gestión es del 0,01%».

Asimismo, desde el PSPV Rafa Simó ha recordado que Fiscalía ha archivado diligencias porque «dijo que de irregularidades nada», ha apuntado que «con el baile de cifras solo quiere confundir» ha advetido que «sería un escándalo acabar con los autoconciertos para que los mismos profesionales que están leyendo en la pública los resultados de las mamografías las acaben leyendo en la privada mediante estas externalizaciones».

Por su parte, desde Vox Ana Vega Mire ha aludido a «negligencia» del Botànic y ha exigido «responsabilidades políticas y, si las hubiera, judicialmente». «Es una auténtica vergüenza que el gobierno más feminista de la historia es el que más mujeres ha dejado fuera de este programa», ha señalado Vega, que ha replicado a la oposición que «no puede achacárselo todo al triángulo de las bermudas que crearon en ese momento, que era Franco-Putin-COVID».