El Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, del Hospital Clínico Universitario de València, y la Universitat de València (UV) han desarrollado un estudio para analizar si la citoquina Light, una molécula implicada en la inflamación y sistema inmunitario, puede ayudar a disminuir la gravedad de la enfermedad ateriosclerótica.
Los resultados de esta investigación se han publicado recientemente en Biochimica et biophysica acta. Molecular basis of disease.
El estudio ha tenido como primera autora a Gema Hurtado Genovés, investigadora predoctoral de Incliva y ha sido dirigido por la doctora Herminia González Navarro, coordinadora del Grupo de Investigación en Enfermedades Metabólicas de este centro --vinculado al Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la UV-- y profesora de Bioquímica y Biología Molecular en la Facultad de Ciencias Biológicas de la UV.
En este trabajo ha participado también el doctor Sergio Martínez Hervás, investigador principal y coordinador del Grupo de Investigación sobre Riesgo Cardiometabólico y Diabetes de Incliva y profesor de Medicina de la Facultad de Medicina y Odontología de la UV, ha señalado el instituto en un comunicado.
Ambos investigadores principales están adscritos al Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) del Instituto de Salud Carlos III. El estudio ha contado con el apoyo de la Unidad de Bioinformática de Incliva.
La aterosclerosis o arteriosclerosis es una enfermedad metabólica e inflamatoria caracterizada por la acumulación de depósitos de grasa y colesterol en las paredes de las arterias, por lo que estas se vuelven más rígidas.
Este proceso representa la principal causa de las enfermedades cardiovasculares, puesto que estos depósitos, llamados 'placas de ateroma', contribuyen al estrechamiento y obstrucción de las arterias, lo que puede llevar a una serie de problemas de salud graves relacionados con el corazón como el infarto de miocardio, ha expuesto el Incliva.
Además, las placas de colesterol también se pueden desprender de la pared arterial, produciendo un trombo y provocando problemas cardiovasculares serios, ha añadido el centro.
Así, ha asegurado que las enfermedades cardiovasculares suponen «un importantísimo reto desde el punto de vista sanitario y socioeconómico en la actualidad, puesto que representan la principal causa de mortalidad en todo el mundo».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que aproximadamente 17,9 millones de personas mueren cada año debido a enfermedades cardiovasculares, lo que representa alrededor del 31% de todas las muertes a nivel mundial.
"impacto significativo"
Además, las enfermedades cardiovasculares también tienen «un impacto significativo en los sistemas de atención médica y en la economía en general». Son patologías que afectan gravemente a la calidad de vida de los pacientes, dado que sus síntomas (dolor en el pecho, dificultad para respirar o fatiga) pueden limitar la capacidad de una persona para llevar a cabo actividades diarias.
Asimismo, se pronostica un aumento de su prevalencia debido al aumento de sus principales riesgos como son el envejecimiento, la obesidad en la población causada por los cambios de estilos de vida sedentarios y la diabetes mellitus tipo 2 (T2DM), ha agregado el Incliva.
A pesar de las terapias actuales para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y sus riesgos, que incluyen fármacos antidiabéticos y anticoagulantes, los pacientes siguen padeciendo eventos agudos cardiovasculares resultantes en su mayoría de las complicaciones de la aterosclerosis.
Por ello, ha destacado el instituto, «aumentar el conocimiento acerca de la arteriosclerosis es esencial, puesto que podrá contribuir a identificar dianas terapéuticas y desarrollar nuevos fármacos que mejoren la calidad de vida de los pacientes».
Resultados previos del Grupo de Investigación en Enfermedades Metabólicas y de otros investigadores indicaban la implicación de la citoquina Light en enfermedades metabólicas. Sin embargo, en el contexto de la aterosclerosis, estos resultados eran algo contradictorios, por lo que el citado grupo se propuso esclarecer el papel de Light en la enfermedad aterosclerótica, ha concretado el Incliva.
En la investigación, se utilizaron dos modelos de ratones capaces de desarrollar aterosclerosis: un grupo que sí tenía Light y otro que no tenía, alimentándolos a ambos con dieta alta en grasa y colesterol para comparar después las características de sus placas de ateroma y sus perfiles inflamatorios.
Finalmente, se concluyó que los ratones deficientes para la citoquina Light tienen depósitos de grasa de mayor tamaño y más graves, puesto que son más susceptibles de romperse y producir trombos. Además, cuando los ratones no tienen Light desarrollan mayor grado de inflamación, algo que «a su vez, empeora la enfermedad».
Traslación clínica
Por otra parte, para buscar una traslación clínica de la investigación, se trabajó con una base de datos de placas de ateroma de humanos, concluyendo que una mayor expresión génica de Light (equivalente a una mayor cantidad de esta citoquina) está correlacionada con una mayor expresión génica de diferentes factores antiinflamatorios, por lo que Light podría tener un efecto antiinflamatorio también en humanos, ha precisado el Incliva.
El centro ha asegurado que esta investigación «abre la puerta a que se desarrollen nuevas vías terapéuticas que incluyan la administración local de Light dentro de las células de la placa de ateroma, lo que podría detener el avance de la aterosclerosis y reducir la inflamación de los pacientes».
Los investigadores continúan estudiando el papel de Light en la aterosclerosis, analizando su incidencia sobre uno de los tipos de células mayormente implicado en esta enfermedad.
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