Los ensayos clínicos son fundamentales para el hallazgo de nuevos tratamientos. | GOBIERNO DE ARAGÓN

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Aragón cuenta con 573 ensayos clínicos activos en los hospitales públicos, de los cuales, más del 50 por ciento se están llevando a cabo en los servicios de oncología. Entre otras patologías, destacan el servicio de digestivo, neurología, hematología, enfermedades infecciosas, oftalmología, o dermatología.

Este lunes, 20 de mayo, se conmemora el Día Mundial de los Ensayos Clínicos. Estas investigaciones se realizan con antelación a la comercialización de un nuevo medicamento y deben realizarse con las máximas garantías de seguridad para los pacientes que participan. Además, son una etapa esencial para la evaluación de la eficacia y seguridad de nuevos tratamientos, dispositivos médicos o terapias.

El Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón), a través de su Unidad de Investigación Clínica, es el encargado de gestionar los ensayos clínicos que se realizan en todos los hospitales y centros de Atención Primaria de la comunidad autónoma.

«Estamos firmemente comprometidos con la promoción y realización de ensayos clínicos de alta calidad, que se llevan a cabo en estrecha colaboración con profesionales de la salud, investigadores y pacientes. Sin duda, Aragón destaca por su compromiso continuo con la investigación clínica y su contribución al avance de la medicina», ha indicado la coordinadora de la Unidad de Investigación Clínica del IIS Aragón, Eva López.

Desde su creación, este Instituto ha sido un actor clave en la investigación biomédica, promoviendo la colaboración interdisciplinaria y la innovación en la búsqueda de soluciones para los desafíos de salud más apremiantes.

«Nuestro compromiso desde el IIS Aragón con la excelencia científica y ética nos impulsa a seguir avanzando en la frontera del conocimiento médico y a desarrollar nuevas terapias y tratamientos que mejoren la calidad de vida de los pacientes», ha anotado López.

Conclusiones

Asimismo, ha indicado que, finalizado el ensayo, se recopila toda la información y se extraen las conclusiones sobre la utilidad del tratamiento. «Cuando los resultados son óptimos, se suelen utilizar para que las autoridades sanitarias autoricen la comercialización y recomienden su uso», ha apostillado.

En algunas ocasiones, dichos resultados pueden también utilizarse para retirar una medicación del mercado si se demuestra su escasa utilidad o la presencia de algún riesgo para la salud. El paciente, en caso de que lo desee, puede solicitar un informe de los resultados que se obtengan de la investigación de la que forma parte.

Toda la información recogida sobre los participantes sólo puede utilizarse para los propósitos del estudio y se almacenará sin que se identifique al participante.

«El personal relacionado con el ensayo está obligado a proteger la confidencialidad de sus datos según lo establecido en las normativas europeas y nacionales sobre la protección de datos de carácter personal», ha finalizado Eva López.

Por otro lado, todos los ensayos clínicos tienen que ser autorizados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y disponer del Dictamen Favorable de un Comité de Ética de la Investigación con Medicamentos (CEIm).