Fue en una empresa de paquetería de Barcelona cuando detectaron tres paquetes sospechosos que debían ser entregados en Dublín (Irlanda) y alertaron a la Guardia Civil de que dichos paquetes podían contener sustancias prohibidas.
Así, al abrir los paquetes los agentes descubrieron que contenían 588, 504 y 599 gramos de hachís, respectivamente, según ha indicado en un comunicado la Guardia Civil.
Los agentes del Servicio Fiscal de la Guardia Civil del puerto de Barcelona asumieron la investigación y al indagar sobre la procedencia de los paquetes con la droga, comprobaron que su origen era una sucursal granadina.
La investigación coincidió en el tiempo con otra del Servicio Fiscal de la Guardia Civil del aeropuerto de Madrid-Barajas abierta tras la detección del envío de un paquete con 656 gramos de hachís que tenía como destino el Reino Unido y que, como el anterior, tenía su origen en Granada.
El Servicio Fiscal se puso en contacto con la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada para solicitar colaboración y que los agentes granadinos trataran de localizar al responsable de los envíos.
Los agentes visitaron las sucursales de las empresas de paquetería desde donde se enviaron los paquetes con la droga, consiguieron identificar al autor de los envíos y comprobaron que era el mismo joven, que fue localizado e investigado por un presunto delito de tráfico de sustancias estupefaciente, en los cuatro casos.
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