«Estamos entre 'en línea' y un poco mejor de lo que imaginábamos», ha subrayado respecto a los resultados correspondientes al segundo trimestre, que Cellnex presentará el 1 de agosto.
Lo ha atribuido a la actuación del grupo de telecomunicaciones en países donde tenían problemas operacionales importantes, entre los que ha nombrado a Francia.
Ha situado a Cellnex en una etapa de «hacer un poco de orden» tras años en los que utilizaron la amplia disponibilidad de capital para invertir, y ha lamentado que la subida de tipos de interés fue --textualmente-- un poco más rápida de lo que imaginaron.
Patuano ha insistido en que «los accionistas actuales o potenciales están llegando al tiempo de la cosecha, al tiempo de los dividendos», en referencia a la transición que ha emprendido Cellnex para pasar de ser una 'compañía de crecimiento' a una 'compañía de dividendo'.
Cellnex espera pagar, al menos, 3.000 millones de euros en dividendos entre 2026 y 2030, y que sea de un mínimo de 500 millones anuales a partir del año 2026, con un incremento anual mínimo del 7,5% en los siguientes.
Barcelona
Preguntado por el futuro de la compañía, Patuano ha destacado la trayectoria de Cellnex en Barcelona, donde ha dicho que concentran el 90% de su 'headquarter', y ha asegurado: «Aquí estamos y aquí seguiremos».
Ha explicado que, si bien trasladaron la sede a Madrid en el marco del 1-O, su «centro de gravedad» se ha mantenido en Barcelona.
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