08/07/2024 08/07/2024 Madrid POLITICA GUSTAVO VALIENTE HERRERO | GUSTAVO VALIENTE HERRERO

TW
0

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado un plan de revitalización del pequeño comercio, dotado de 20 millones de euros para los próximos tres años que pondrá «el acento en los municipios más pequeños», ayudas para los centenarios y ha instado a los ayuntamientos de la región a bajarles el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Lo ha avanzado durante el acto de homenaje que la Administración autonómica ha organizado en la Real Casa de Correos para reconocer la trayectoria de los establecimientos centenarios. A la cita, en la que se ha entregado a los propietarios una pequeña menina roja y amarilla, han asistido la presidenta de la FMM, Judith Piquet; el presidente de CEIM, Miguel Garrido, y el presidente de la Cámara de Comercio, Miguel Asensio.

«Vamos a mantener el apoyo al sector en los próximos años», ha garantizado la presidenta madrileña quien ha detallado que los «comercios con solera» (los de más de 50 años) tendrán un tratamiento diferenciado en los programas de apoyo a autónomos y pymes, priorizando su acceso a las ayudas destinadas a la innovación y a la digitalización para que incorporen nuevas tecnologías «sin perder su esencia tradicional». El Consejo de Gobierno aprobará en las próximas semanas nuevas ayudas para este fin con un importe de dos millones a cuatro años.

Además, a partir del próximo ejercicio de 2025, Ayuso ha avanzado que van a poner en marcha nuevas ayudas dirigidas a los comercios que forman parte del patrimonio histórico para que puedan acometer o adecuar mejoras y reformas y promocionarán estos establecimientos «a través de campañas y actuaciones como la Guía de Restaurantes con Solera».

"historia viva de madrid"

«Hoy queremos rendir homenaje a todos estos establecimientos que encarnan lo mejor del pasado, del presente y del futuro. Sois historia viva de Madrid, representáis tradición e innovación, la historia y las costumbres de todos los rincones de la región madrileña», ha señalado Ayuso, quien ha destacado que la aportación que estos comercios hacen a España y a Madrid «es incalculable».

Se trata de empresas que, tal y como ha destacado la jefa del Ejecutivo madrileño, «han ido ganando en personalidad con el tiempo superando desafíos económicos, sociales, políticos pero sin dejar en ningún momento de dar servicio a todos los madrileños y a todos los visitantes».

«Desde las tradicionales tabernas y restaurantes, tan propias y tan únicas de Madrid, hasta las icónicas tiendas, comercios... cada uno tiene su propia historia que contar. Es una historia que es parte de nosotros y de nuestros recuerdos», ha subrayado a continuación.

Ayuso ha destacado que «Madrid es una región castiza, abierta, brava, próspera, alegre y que tiene, además, ese aliado único, que es su excelente comercio». En este punto, ha asegurado que el Gobierno regional defiende a todos, también a las franquicias y centros comerciales, aunque ha admitido que estos con «personalidad propia» aportan «un valor extraordinario a Madrid».

"somos una especie en peligro de extinción"

Por su parte, Irene Guiñales de Casa Pedro ha dado la enhorabuena a los dueños y a los empleados por «su dedicación y vocación de ofrecer cada día lo mejor de sí mismos durante más de un siglo de historia» así como a los clientes, los que de verdad les «mantienen vivos».

«Casa Pedro es un restaurante centenario donde mi padre, un señor de 76 años, tiene su propia receta: seguir haciendo las cosas como las hacía su padre, donde día a día luchamos por perdurar en el tiempo a pesar de las modas, los gobiernos y las crisis económicas. Heredar para mí es un orgullo y una enorme responsabilidad por no ser la generación que hunda o cierre el negocio. Siento que somos una especie en peligro de extinción», ha subrayado, para a continuación incidir en que gozan «de buena salud» pero necesitan que se les «valore y respete».

Guiñales ha incidido en que su publicidad es «acertar, hacer las cosas bien, ser auténticos y dedicar toda la atención y cariño» a los clientes para que regresen. «Pedimos poco, básicamente que nos dejen trabajar como sabemos hacerlo, sin permanentes regulaciones ni una burocracia que nos asfixie. Pero sobre todo pedimos que se tengan en cuenta nuestras peculiaridades por ser centenarios y las dificultades para cumplir algunas regulaciones muy posteriores a cuando abrieron nuestros negocios», ha trasladado.