Un estudio sitúa en 143.000 toneladas la biomasa de anchoa en el golfo de Bizkaia, por encima de la media histórica

«Los datos elaborados por AZTI aseguran la sostenibilidad del recurso, ya que superan con creces la cifra de 21.000 toneladas que marca el límite biológico de la población. Más aún, los datos recientes exceden ampliamente la media histórica de 80.000 toneladas que esta campaña ha documentado desde su inicio en 1987», ha asegurado en un comunicado la consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Amaia Barredo.

Tras considerar que se trata de una «excelente noticia», la consejera ha incidido en que «pone en valor» la apuesta que durante años se ha hecho por la sostenibilidad medioambiental, sobre todo por parte del sector pesquero vasco, de un recurso que da trabajo a más de 3.500 personas en el País Vasco".

«Con estos datos aseguramos la costera de la próxima temporada. Son resultados muy positivos, y para tener una cifra definitiva de la biomasa y poder aconsejar a quienes lo gestionan, deberemos esperar a finales de año, cuando contemos con los datos obtenidos por las otras campañas y las capturas de la flota pesquera», ha añadido.

'Juvena', campaña liderada también por el centro tecnológico vasco Azti, determina la abundancia y distribución de los juveniles de anchoa -menos de un año de edad- y 'Pelgas', acción coordinada por el instituto francés Ifremer, permitirá conocer el estado de la población de anchoa, así como el funcionamiento de su ecosistema en la zona atlántica francesa.

Este análisis se llevará a cabo en Madrid en el marco del grupo de trabajo de anchoa, sardina y chicharro del CIEM (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), y sus conclusiones serán fundamentales para asesorar en la determinación del TAC (Total Admisible de Capturas) para 2025.

«Con este completo análisis sabremos con mayor exactitud cuántos de los ejemplares de anchoa nacidos esta primavera llegan a juveniles en otoño, lo que depende de diversos factores medioambientales y ecosistémicos como la temperatura, la disponibilidad de alimento o los depredadores», ha aclarado Barredo.

Tal y es habitual desde 2016, la campaña Bioman 2024 se ha llevado a cabo con un enfoque ecosistémico con el objetivo de alcanzar una gestión integrada del medio y los recursos vivos que promueva la conservación y el uso sostenible de un modo equitativo.

Así, aparte de la estimación de la biomasa de la especie, se ha puesto el foco en otros factores como la biomasa de sardina, el alimento de la anchoa, la presencia, abundancia y comportamiento de depredadores y otros organismos marinos, las condiciones oceanográficas, las actividades del ser humano y los residuos marinos.