La investigación comenzó cuando una primera víctima se presentó en dependencias policiales a interponer una denuncia por estafa. Manifestó que había sido engañada por varios conocidos, los cuales la pusieron en contacto con terceras personas, que le ofrecían un dinero por entregar el DNI para comprar una videoconsola, según ha indicado la Policía Nacional en un comunicado.
Los agentes comenzaron con las primeras pesquisas y descubriron otros hechos que compartían similitudes en el modus operandi. Se localizaron once víctimas más que habían sufrido estafas de manera similar, observando que muchos de ellos tenían un denominador común, ya que las víctimas eran adolescentes de entre 18 y 23 años de edad.
Las primeras diligencias apuntaban a nueve sospechosos que se habían organizado para cometer estos ilícitos. Se trataba de una organización bien estructurada donde existía un cabecilla y su persona de confianza, su pareja, que eran quienes ideaban los modus operandi.
También existía una red de varias personas que se dedicaban a la captación de víctimas, las cuales tenían que reunir unos requisitos específicos. La captación era practicada a través de redes sociales, amistades, el boca a boca e incluso mediante llamadas telefónicas.
Otros integrantes acompañaban a los estafados a realizar las gestiones que fueran presenciales, aportándoles información y los pasos fraudulentos que tenían que ir haciendo. Por último, también existía una persona que recibía el material fruto de los delitos, el cual los ponía en el mercado ilícito.
Esta organización criminal tenía varias formas de trabajar y la Policía Nacional pudo detectar tres tipos de modalidades estratégicas, con pequeñas diferencias con las que conseguían engañar a sus víctimas para cometer los delitos.
Formas de engaño
Aprovechaban la corta edad de las víctimas, buscando a aquellas que no tenían conocimientos básicos en cuanto a economía, pocos recursos económicos o bajo nivel intelectual, para así prometerles una cantidad de dinero por una gestión mínima con su documentación.
En la primera modalidad, conseguían financiar productos de electrónica en establecimientos, como videoconsolas y teléfonos móviles, a nombre de las víctimas. Para ello, empleaban el propio DNI de las víctimas, a quienes entregaban a cambio una pequeña cantidad económica.
Los convencían mediante astucia y aprovechándose de su ignorancia, diciéndoles que por solo entregar el DNI para hacer la compra de una videoconsola iban a conseguir 50 euros. Los estafadores pagaban la primera cuota de la financiación, dejando pendiente el resto de cuotas para que así la financiera reclamase la deuda a la persona que aportó el documento identificativo. De inmediato, los estafadores recibían el material financiado y lo ponían en circulación en el mercado ilícito.
En una segunda modalidad, solicitaban a través del teléfono móvil un microcrédito, empleando para ello el DNI de las víctimas junto con su cuenta bancaria. Los afectados habían sido engañados previamente para entregar sus datos y realizar la transacción.
En escasos minutos estos recibían en sus cuentas el importe de 300 euros, de los cuales tenían que transferir 250 euros a otra cuenta desconocida, quedándose el resto como modo de pago por la gestión. Cuando las cuotas de los préstamos no eran satisfechas, la financiera exigía responsabilidades a los titulares de los DNI.
En la última modalidad, este grupo criminal obtenía cuentas online haciendo uso de las documentaciones adquiridas mediante engaño, y previo pago a las víctimas de una pequeña cantidad de dinero. También adquirían todas las claves y contraseñas necesarias para poder operar con estas cuentas. Una vez adquiridas, tomaban el control completo de ellas y eran también usadas para cometer ilícitos, responsabilizando a los titulares de las mismas.
Dos detenidos estaban en prisión
La Policía Nacional localizó a los integrantes de este grupo en la localidad de Alicante, por lo que fueron detenidos inmediatamente. Uno de ellos era menor de edad, por lo que se aplicó el procedimiento acorde, informando a Fiscalía de Menores sobre todo lo acontecido.
A otros dos se les localizó en las prisiones de Font Calent y Villena, ya que «habían acumulado suficientes hechos ilícitos en su carrera delictiva como para tener que cumplir condena en estos centros».
Con estas detenciones, la Policía Nacional ha llegado a esclarecer un total de 12 hechos criminales. Los detenidos, seis varones y tres mujeres de edades comprendidas entre 16 y 52 años, eran de España y Marruecos, y algunos de ellos tenían antecedentes por diferentes hechos delictivos. De las diligencias tiene conocimiento el Juzgado de Instrucción de Guardia de Alicante.
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