Las estrellas fugaces de las Perseidas o las conocidas 'Lágrimas de San Lorenzo' surcarán un año más el cielo de la capital madrileña para ofrecer su máximo esplendor esta noche (del 12 al 13 de agosto), aunque las condiciones lumínicas en esta ocasión «no van a ser muy buenas» debido a la fase creciente de la luna, que dificultará su avistamiento, al menos, «durante la primera parte de la noche».
Esta cita anual con las estrellas se repite cada mes de agosto, coincidiendo con una de las fiestas más populares de Madrid, San Lorenzo (9 al 15 de agosto). La explicación de esta afamada lluvia de meteoros se encuentra en los restos de un cometa llamado Swift-Tuttle, que en su trayectoria alrededor del Sol va dejando material en una zona que la Tierra siempre atraviesa en estas fechas.
En declaraciones a Europa Press, el divulgador de Astronomía del Planetario de Madrid, Cesár González Arranz, ha asegurado que, para poder disfrutar de este espectáculo astronómico, «lo ideal es buscar un lugar alejado de cualquier tipo de contaminación lumínica, cualquier contaminación artificial o iluminación artificial».
Respecto al índice de actividad de Las Perseidas para este año, el experto ha afirmado que «está en la media de otros años», con una previsión 100 meteoros por hora. «Siempre se suele dar una media, porque realmente no se sabe cuál es la tasa de estrellas fugaces por hora cada año, pero siempre se suele dar una estimación de unos 100, con una variación que oscila entre 80 meteoros a la hora y 500, que es una barbaridad», ha explicado.
Huir de la contaminación lumínica
A pesar de que las condiciones no acompañarán debido a la fase creciente de la luna, González ha invitado a los madrileños a escapar de la contaminación lumínica artificial de la capital y buscar un entorno con un horizonte «lo más despejado posible» y que no esté rodado de montañas para no perder «una porción grande de cielo».
Para aquellos que no tengan la posibilidad de alejarse de la capital, la comunidad astronómica recomienda probar suerte en algún parque de la ciudad que no reciba mucha luz directa.
«No hace falta llevar ningún instrumento óptico, únicamente una esterilla o una tumbona en un lugar oscuro, tumbarse en el suelo y mirar en todas las direcciones del cielo, no solamente hacia el radiante, de donde parecen provenir las estrellas fugaces, porque pueden aparecer en cualquier lugar del cielo», ha señalado González.
Finalmente, entre los consejos que ha compartido el experto del Planetario de Madrid, también destaca el del momento de la observación. En este sentido, González ha recomendado comenzar a observar el cielo a partir de las doce de la noche o una y media de la madrugada, para intentar sortear la luz de la luna.
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