La alcaldesa de València, María José Catalá, ha anunciado este lunes que el Ayuntamiento trabaja en una prueba piloto para implantar arrecifes artificiales con el objetivo de evitar la regresión de las playas del sur. «Se trata de una iniciativa altamente demandanda por los vecinos de El Saler y queremos trabajarla junto a ellos e investigadores de la Universitat Politécnica de València, que ya han realizado los primeros estudios», ha indicado la primera edil.
Catalá ha defendido que València, como Capital Verde Europea, está llevando a cabo iniciativas «importantes» para luchar contra el cambio climático, con proyectos de nuevas zonas verdes «equivalentes a 35 campos de fútbol y la mayor planta solar pública urbana en Europa», según ha informado el consistorio en un comunicado.
La alcaldesa de València ha participado este lunes en Santander en la mesa redonda 'La adaptación al cambio climático en las ciudades', organizada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, junto a la alcaldesa de Santander, la Conselleira de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Xunta de Galicia y el consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria.
Catalá ha anunciado que, en el marco de la Capitalidad Verde Europea, el Ayuntamiento va a trabajar para implantar un sistema de arrecifes artificiales en las playas del sur para evitar la regresión de las playas y que los temporales «no se traguen la arena».
Este sistema de arrecifes artificiales es una medida correctora de la degradación de las aguas costeras y de la disminución de población de peces. «Valencia instaló el primer arrecife artificial de España en 2014 en la playa de la Malvarrosa y ha funcionado bien. Ahora queremos implantar este sistema en las playas del sur de la ciudad», ha explicado.
Durante su intervención, la alcaldesa ha explicado las diferentes iniciativas que el Ayuntamiento de Valencia ha puesto en marcha con motivo de la Capitalidad Verde Europea. «Son proyectos ambiciosos que van desde proyectos con los que vamos a ganar 350.000 metros cuadrados de zonas verdes, lo equivalente a 35 campos de fútbol, cañones antiincendios para proteger la Devesa, el uso de materiales de baja huella de carbono para hacer edificios sostenibles, árboles fotovoltaicos y pavimento inteligente y la construcción de la mayor planta solar urbana pública de Europa», ha detallado.
Requiem in power
La alcaldesa ha avanzado que el proyecto Requiem In Power, la mayor planta solar en suelo urbano de Europa pública, va «a buen ritmo». El proyecto implica la instalación de más de 6.600 placas solares en los cementerios municipales para el autoconsumo de edificios municipales y para suministrar energía a hogares vulnerables.
En este sentido, ha explicado que ya se han firmado los primeros contratos con familias que o bien no pueden pagar la luz o bien se la van a cortar y, a partir de septiembre, «ya podrán usar la energía producida en las placas de los cementerios».
«De esta manera unimos la transición energética con una transición justa y social, ya que no solo evitaremos la emisión de 1.000 toneladas de CO2 al año, sino que además ayudaremos a 800 familias vulnerables», ha explicado la alcaldesa.
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