Residencia Florencio Repollés de Caspe. | GOBIERNO DE ARAGÓN

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Los trabajos para adaptar la antigua residencia Florencio Repollés como aulario del IES Mar de Aragón comienzan esta semana. Como primera actuación, se va a acondicionar de forma inmediata la planta baja del edificio para habilitar cuatro nuevas aulas que permitan descongestionar las actuales instalaciones del instituto y habilitar nuevos espacios de cara al próximo curso 2024/2025.

Es una empresa local quien se va a hacer cargo de estas primeras obras, que cuentan con un presupuesto de 34.990 euros más IVA. La previsión es que se prolonguen dos semanas y media por lo que los nuevos espacios estarán acondicionados para principios de septiembre, lo que permitirá su uso por parte de la comunidad educativa del centro desde el inicio de curso en Secundaria y FP.

Será la primera intervención en un edificio, ubicado en la calle Sástago, que ha sido cedido temporalmente por la Diputación Provincial de Zaragoza gracias al convenio firmado con el Departamento de Educación, Cultura y Deporte, y que prevé un acondicionamiento integral por parte del Ejecutivo autonómico para solventar la falta de espacios en el IES Mar de Aragón.

En total, se invertirán 353.000 euros más IVA para reformar la segunda planta y dotarla de nuevas aulas para la docencia. Además, se ha previsto la sustitución de la carpintería exterior del edificio, revisar y mejorar el sistema de calefacción y el resto de instalaciones, actualizar el ascensor, así como implantar una escalera exterior de evacuación que de acceso a todas las plantas.

El IES Mar de Aragón incluye actualmente en su oferta formativa seis ciclos de FP correspondientes a las familias profesionales de administración y gestión, hostelería y turismo, y actividades físicas y deportivas.

Y existe la previsión de que la demanda educativa de este centro aumente en los próximos años, incrementándose el número de títulos impartidos y de alumnos matriculados para adaptarse a las necesidades productivas del municipio y la comarca.

Las obras de reforma garantizan así la disponibilidad de espacios para ese crecimiento de la oferta formativa en beneficio del municipio caspolino y de la comarca del Bajo Aragón-Caspe.

La primera petición de uso del edificio desde el Gobierno de Aragón a la DPZ data de 2017. Tras la firma del convenio entre ambas instituciones, se constituirá una comisión de seguimiento paritaria que velará por el mejor cumplimiento del mismo.