El Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado este miércoles por la mañana 6 de las 11 paradas de las antiguas pajarerías de la Rambla tras haber recibido la autorización judicial para poder hacer la «recuperación forzosa» de los establecimientos, informan fuentes municipales a Europa Press.
En cuanto a las cinco paradas restantes, que pertenecen todas a un mismo propietario, el Consistorio está a la espera de recibir la autorización judicial por parte de otro juzgado para poder proceder del mismo modo.
Las mismas fuentes señalan que a partir de ahora se estudiará «cual podrá ser el momento más adecuado para derribar las paradas» según avancen las obras de la reforma que se están llevando a cabo.
El Ayuntamiento activó la vía judicial para desalojar las antiguas pajarerías el pasado 25 de julio después de que los paradistas no devolvieran las llaves después de años de litigo judicial entre el Consistorio y los propietarios.
Las antiguas pajarerías dejaron de vender animales en 2009 y se reconvirtieron en paradas de helados, dulces, entradas y recuerdos, cuya función dejó de contemplarse en el Plan Especial de Ordenación de la Rambla, aprobado definitivamente en 2016.
Para evitar el desalojo, los paradistas iniciaron distintas iniciativas y acciones judiciales para mantenerse en la Rambla --como la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que fue rechazada por el Parlament-- y que ha terminado con 20 resoluciones judiciales «que confirman que no pueden vender estos productos», apuntó el Ayuntamiento.
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