La localidad altoaragonesa de Aínsa ha cerrado el mes de agosto con un total de 24.878 visitantes, según han registrado en conjunto las dos oficinas de turismo con las que cuenta, lo que supone un 2% más que en el mismo periodo de 2023.
Un registro que responde a las habituales expectaivas que genera agosto, mes por excelencia para la llegada de turistas. Los viajeros se han movido por el Pirineo, por Sobrarbe y, concretamente, por Aínsa, donde la afluencia ha sido muy concurrida.
Así lo demuestran los datos de las dos oficinas de turismo que se sitúan en la localidad, pues entre ambas suman un total de 24.878 personas que han demandado información durante este mes. La cifra global supone casi un 2% más con respecto a la registrada en el año 2023.
«Es el mes por excelencia del turismo. En Aínsa y en Sobrarbe así ha sido los últimos 40 años. Hemos visto cómo ha ido aumentando año tras año, llegando a su máximo en 2018. A partir de entonces se han mantenido las buenas cifras, aunque sin alcanzar los números de aquel año tan bueno», explica Beatriz Salcedo, concejala de desarrollo y promoción turística del ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe.
Como viene siendo habitual, la comunidad que más turistas aporta a las estadísticas es Cataluña. La cercanía, los lazos familiares y la relación existente hace que Sobrarbe sea un destino elegido por los habitantes de esta comunidad. Cabe destacar igualmente a la Comunidad Valenciana, que sigue aportando más turistas cada mes, y especialmente en los meses de verano.
Este mes en términos internacionales, y tal y como sucede el resto del año, Francia se mantiene a la cabeza gracias a su proximidad y buena conexión con el túnel de Bielsa. Destaca también el aumento considerable de los turistas portugueses que han venido al Pirineo aragonés.
Las personas buscan patrimonio y gastronomía, pero especialmente el senderismo y el contacto con la naturaleza como principal actividad. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se lleva la palma, cerrándose el acceso a la pradera de Ordesa por aforo completo durante buena parte del mes.
Otras actividades en la naturaleza como el barranquismo o el kayak componen las demandas más habituales entre quienes visitan el territorio en esta época.
A todo ello se suma un reclamo singular para cerrar el mes de agosto, la Morisma. Esta representación aglutina a casi 1.000 espectadores y más de 500 participantes, y aunque la lluvia impidió ver el final de la obra, dejó al público congregado en la Plaza Mayor con muy buen sabor de boca.
«Desde el Ayuntamiento apoyamos todas las iniciativas que nos proponen por parte de las asociaciones que dinamizan y ayudan a que la temporada turística sea más larga. La Morisma, la Expoferia y las fiestas hacen que acabemos el mes de agosto y empecemos septiembre con ambiente turístico y de festividad en nuestro pueblo. Estamos consiguiendo desestacionalizar el turismo paso a paso, para que los turistas puedan disfrutar de nuestra comarca sin vivir grandes aglomeraciones,» concluye Beatriz Salcedo.
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