Imagen de archivo de la sala de hemodiálisis del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza | GOBIERNO DE ARAGÓN

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El Consejo de Gobierno del Ejecutivo autonómico ha autorizado este lunes el contrato para el servicio de diálisis peritoneal domiciliaria para pacientes con insuficiencia renal crónica, dotado en total con 5,1 millones de euros.

El órgano de Gobierno ha autorizado al Servicio Aragonés de Salud a realizar un contrato para el servicio de diálisis peritoneal domiciliaria para pacientes con insuficiencia renal crónica por un valor estimado de 5.132.370,46 euros, sin IVA, y una duración de dos años, con la posibilidad de prorrogarlo otros dos más.

El contrato contempla las cantidades de 641.546,31 euros para 2024, 2.566.185,23 euros para 2025 y 1.924.638,92 euros para 2026, sumando 5.132.370,46 euros en total.

Este contrato supone la renovación del ya existente, con el objetivo de aplicar los nuevos precios, que no se actualizan desde 2010, y también contempla un aumento de las sesiones estimadas puesto que desde los Servicios de Nefrología de los sectores sanitarios aragoneses han detectado un incremento de la prevalencia de la patología renal en Aragón.

Otra novedad es la inclusión de un sistema de telemonitorización avanzada, que permite que el servicio de referencia del paciente reciba información sobre cada sesión, mejorando la calidad de la asistencia y la eficiencia en la prestación del servicio.

Según el informe de 2022 del Registro de Insuficiencia Renal Crónica en Tratamiento Renal Sustitutorio de Aragón, los pacientes en hemodiálisis sumaron 624, de los que 89 recibían la diálisis peritoneal domiciliaria.

La enfermedad renal crónica ha sido la que ha experimentado un mayor crecimiento en la década comprendida entre 2006 y 2016, según un estudio que monitoriza a nivel mundial las causas de muerte por enfermedad, el Global Burden of Disease, que también indica que la enfermedad renal crónica es fue la octava causa de muerte en España en 2016.

Esta patología afecta al 11% de la población adulta en nuestro país y supone disminución de la calidad de vida, además de estar relacionada con una alta morbimortalidad cardiovasuclar. El tratamiento renal abarca tres técnicas: el trasplante renal, la hemodiálisis y la diálisis peritoneal.