Las tareas de desescombro de los dos bloques de viviendas arrasadas por el fuego el pasado 22 de febrero en el barrio de Campanar, en la ciudad de València, se han iniciado este lunes y han sido recibidas por vecindario y los propietarios de las viviendas como una «buena noticia» para el que quieren que se convierta en un «edificio emblemático» y «ejemplo de fuerza y de unión» en esta primera etapa de la reconstrucción del inmueble.
Así lo han subrayado en rueda de prensa el presidente de la Asociación de Propietarios del Edificio de Campanar (Aproicam), Enrique Salvador, y el vocal de la organización Pepe Mas, quien ha calificado esta jornada como un «gran día». La entidad espera que la rehabilitación pueda durar entre dos y tres años con el objetivo de volver a tener un edificio «bonito, bien construido pero más seguro».
«Es un homenaje que vuelva a reconstruirse, que de alguna manera ese edificio que ahora es un desastre, en el que todo el mundo hace fotos y que solamente sirve para selfies, se convierta en uno emblemático y que además sea un ejemplo de fuerza y de unión entre todos», ha apuntado Mas.
Las tareas de desescombro están previstas que se finalicen en cuatro meses, desde su inicio este lunes. El siguiente paso es diseñar el proyecto de rehabilitación del bloque de viviendas.
«En el pasado mes de julio adjudicamos a un despacho de arquitectura el proyecto de rehabilitación del edificio, cuya ejecución será de siete meses aproximadamente y, cuando se culmine, se hará una licitación para que todas las empresas constructoras que puedan realizarla se presenten, momento en que adjudicaremos a una de ellas y empezará propiamente la reforma», ha informado Salvador.
Asimismo, aunque esta ya es una buena noticia, ha indicado que «todavía quedan más por dar o estar en camino a que lo sean». Así, ha precisado que están esperando a que se resuelva la financiación de la rehabilitación. «La comunidad de propietarios está en negociaciones con las aseguradoras para que la financiación de la rehabilitación sea posible y que podamos culminarla», ha indicado.
En este sentido, el vocal coincide en que los afectados necesitan ayudas económicas. «Tenemos mucho camino que recorrer y necesitamos, entre otras cosas, que se mantengan tanto la moratoria de hipotecas, que es muy importante, como las ayudas de alquiler», ha manifestado. Mas ha insistido en que aunque estén en un proceso «muy bueno», este «va a llevar tiempo» y «necesitan una vivienda para continuar con sus vidas». «Imaginaros lo que es pagar una hipoteca y un alquiler a la vez, y más en estas zonas que son caras», ha lamentado.
«Y por ese mismo motivo necesitamos también rehabilitar lo antes posible, porque si antes lo hacemos, antes dejamos de cobrar esas ayudas», ha valorado, a lo que el presidente de Aproicam ha añadido que ni Ayuntamiento ni Generalitat les ha abandonado «en ningún momento». «Y tenemos plena seguridad de que eso no se va a producir ahora, en estos momentos, cuando más lo vamos a necesitar», ha asegurado.
Asimismo, desde Aproicam sostienen que el proceso está siendo «muy rápido», tanto por su parte como por la de las administraciones públicas. «Vamos todos a una para que esto pueda estar rehabilitado cuanto antes», ha subrayado. «Sabemos que vamos rápido, entre otras cosas, porque hay un hecho objetivo que es que nuestros compañeros de tragedia en Italia han podido empezar ahora el desescombro, después de tres años y medio, y en cambio nosotros en seis meses», ha expuesto.
Eliminar toda la ceniza
En concreto, en los primeros días de la fase de desescombro, las tareas consistirán en eliminar toda la ceniza, el cemento, los detalles de ventanas y otros restos de materiales y objetos que ya no sirven. «Van a traer, además del acogido de materiales, toda la maquinaria a efectos de ejecutar el trabajo y las medidas de seguridad, y posteriormente grandes aspiradoras y otra maquinaria procederán al desescombro», ha precisado Salvador.
Además, ha indicado que los propietarios no han entrado a sus viviendas aún, pero los peritos de todas las compañías aseguradoras sí que lo han hecho y «siempre» cumpliendo las medidas de seguridad correspondientes.
Fachada nueva y segura
El proyecto de rehabilitación del edificio va a mantener la estructura pero «va a ser nuevo porque muchos materiales ya no se pueden usar», ha indicado Salvador, que ha avanzado que la fachada «será totalmente diferente» y cuyo material será una cuestión votada por el conjunto de la comunidad de propietarios. Dentro también se va a hacer alguna modificación, como en la conserjería.
«Vamos a intentar que sea un edificio bonito, bien construido, con materiales buenos pero que, por supuestísimo, sea más seguro», ha valorado Mas, que se ha referido a esta nueva etapa como «un sueño», pero añade que «desde el punto de vista psicológico y moral tardará muchos años en que se cierre».
Por otra parte, en cuanto al retorno al inmueble por parte de los propietarios, el presidente de Aproicam ha afirmado que desde la asociación lo que tienen es «la intención y la voluntad de rehabilitar».
«Volver a vivir aquí será una cuestión que cada uno tenga que decidir, pero yo creo que posiblemente hay una mayoría que sí lo hará», ha apuntado. Mas ha afirmado que él sí que volverá a su antigua vivienda. «Yo sí, sin lugar a dudas. Aparte de que me gusta, yo no tengo ningún problema y creo que un porcentaje muy alto también lo hará», ha recalcado.
Apoyo del comercio local
Los comercios ubicados en las calles contiguas al edificio de Campanar también han recibido el inicio de esta primera fase de rehabilitación del inmueble «como un sueño» para así poder «recuperar» la normalidad del barrio.
Así lo ha descrito la propietaria del centro de coeducación Valientes, Amalia Corretger. «Estamos muy contentas, era un objetivo el poder reconstruir y por supuesto el recuperar la normalidad del barrio», ha subrayado, mientras lo dice «con piel de gallina».
Corretger ha explicado que lo ha vivido «como si fueran sus familiares» y que era su «sueño» el verlo reconstruido. «Por nuestra parte, estamos poniendo todas nuestras fuerzas y están todas nuestras energías canalizadas en ayudar a todos los propietarios que están ahí al pie del cañón», ha afirmado, a lo que ha añadido que para ella «es algo personal» porque son sus vecinos desde hace mucho tiempo.
El centro Valientes, ubicado en la calle de Luis Buñuel, es uno de los comercios que ayudó durante el incendio al funcionar como refugio para los afectados. «Intentamos hacerlo de la mejor manera posible, la sociedad en general se volcó y siempre digo que si el mundo se volcara así como en tragedias como ésta, el mundo sería un poquito mejor», ha manifestado.
Al igual que Corretger, desde la óptica Savis, su gerente José Vicente Tomás se unió a la acción de ayuda propulsada por Valientes. «Teniendo en cuenta que nosotros estamos aquí 18 años, que es un comercio de barrio, evidentemente nos volcamos y nos gustaría volver a ver a los mismos clientes que al final son vecinos y amigos», ha subrayado.
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