Archivo - Numerosas personas disfrutan de un día de playa en la Costa Brava, a 30 de julio de 2023, en Tossa de Mar | Lorena Sopêna - Europa Press - Archivo

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El alcalde de Tossa de Mar (Girona), Martí Pujals, ha asegurado este lunes que la llegada de 200 migrantes que han pedido asilo por motivos humanitarios y que llegaron a las Islas Canarias «no es proporcional» respecto a lo ocurrido en otras poblaciones, y ha mostrado su preocupación por la afectación que pueda tener en el tramo final de la temporada turística.

En declaraciones a los medios, Pujals ha mostrado su solidaridad con la crisis en Canarias, pero ha dicho que es una época en la que no va bien al municipio: «Estamos en plena temporada, la economía municipal depende del buen funcionamiento de una temporada, que es muy cortita».

«Hubiera preferido otra época del año. Entiendo la situación, es una crisis humanitaria que necesita que todos nos arremanguemos. Nos pasa en octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero o marzo y no afecta nada. Ahora tendrá una afectación», ha subrayado.

Ha explicado que todo lo que sean noticias que «no sean que hace buen tiempo, son negativas», por lo que valora con preocupación la llegada de los migrantes que puede afectar a la fragilidad del destino turístico, y que llegarán este martes en un primer grupo y un segundo el miércoles, sin menores.

«No tiene que pasar nada, pero todo lo que no sea noticias de buen tiempo, las calas son bonitas y que en los restaurantes se come muy bien, altera. Los destinos son frágiles, cuando la gente hace reservas, impulsivamente, la gente se va a otro sitio y no nos lo podemos permitir», ha asegurado.

Comunicación el sábado

Ha señalado que el delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto, le comunicó la llegada de los migrantes este pasado sábado, y que le manifestó que no era proporcional respecto a otras poblaciones y que la época del año no era la oportuna, pero que Prieto le respondió que «hacen lo que pueden» ante la cantidad de migrantes que llegan a Canarias.

Pujals ha dicho que la población tiene empadronados 5.800 habitantes, con una mayor población flotante en verano, por lo que «proporcionalmente tendría que haber sido más pequeño».

Ha explicado que la estancia de los migrantes es para un mes, pero que seguramente serán dos semanas, para el estudio de casos personales y los posibles reagrupamientos familiares, en lo que le han definido como «una escala técnica» y que lo asumirá el Gobierno.