La Guardia Civil recibió una información en la que se advertía de que un hombre habría matado a su perra mediante la asfixia, con una cuerda, en su propia parcela. Realizadas las oportunas gestiones, los agentes comprobaron que los hechos denunciados eran ciertos, por lo que se identificó a la persona responsable.
El autor de los hechos, al informarle los guardias civiles de que esa conducta podría ser constitutiva de delito, dijo que lo hacía por «evitarle mayor sufrimiento» a la perra.
Los agentes comprobaron la existencia de un animal enterrado en esa misma parcela que coincidía con el ejemplar denunciado. Además, el investigado dijo que desconocía que esa acción pudiera ser constitutiva de delito. Se trata de un hombre de 37 años y nacionalidad española.
Desde la Guardia Civil han recordado que la eutanasia animal debe estar valorada por un informe veterinario en el que se especifique que la muerte del animal se causa con el único fin de evitar el sufrimiento por causas no recuperables que comprometa seriamente la calidad de vida del animal. Ese informe debe ser emitido por un profesional veterinario colegiado.
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