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La Comunitat Valenciana ha mejorado su competitividad fiscal en 2024 gracias a las bonificaciones de los impuestos sobre patrimonio y sucesiones, aunque sigue necesitando de «reformas fiscales de calado» al contar con «uno de los sistemas más gravosos» de España en términos de patrimonio.

Así lo recoge el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF) en su edición de 2024, realizado por la Fundación para el Avance de la Libertad y la 'Tax Foundation' de Estados Unidos.

En el ranking por comunidades autónomas de este estudio, la Comunitat ocupa la posición decimosexta en competitividad fiscal --dos puestos más que en la pasada edición-- con una nota de 5,35 sobre 10.

Actualmente, la Comunitat Valenciana tiene el cuarto tipo impositivo del IRPF más alto de toda Europa, más elevado que el de países como Bélgica, Suecia, Finlandia, Países Bajos, Alemania, Luxemburgo, Reino Unido, Suiza o Noruega, apunta el informe.

Según este estudio, a finales de 2023, la Generalitat Valenciana derogó la tarifa del impuesto sobre el patrimonio, introducida de manera transitoria, para los ejercicios 2023 y 2024, mientras en el impuesto sobre sucesiones introdujo una bonificación del 99% para los grupos I y II y derogó la tasa turística antes de que entrara en vigor.

«A pesar de estas reformas, la Comunidad Valenciana sigue necesitando reformas fiscales de calado en cada una de las áreas analizadas para mejorar su competitividad fiscal ya que tiene uno de los sistemas más gravosos en términos de Renta, Patrimonio, Trasmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados», expone el informe.

A nivel estatal, la Comunidad de Madrid continúa al frente del Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF), mientras que Cataluña se sitúa nuevamente como la que menos tiene.

Según el estudio, Madrid lidera por quinto año consecutivo el ranking del IACF, con 7,24 puntos sobre diez, seguida por las provincias de Vizcaya (6,92), Álava (6,89) y Guipúzcoa (6,78), del País Vasco.

Los autores del estudio señalan que Madrid se mantiene en lo alto pese a empeorar ligeramente su puntuación un 0,09. Aplauden que sigue deflactando los tramos de renta, los mínimos personales y familiares y mejorando la deducción por familia numerosa, pero creen que podría mejorar más si redujera el tipo impositivo del primer tramo de la renta hasta el 8%, el que aplican otras comunidades.

Como tercera comunidad se encuentra Andalucía, con 6,44 puntos, por delante de Canarias (6,31), Extremadura (6,22), La Rioja (6,15), Región de Murcia (6,13) y Castilla y León (6,08).

Destacan este año la subida de ocho puestos de Extremadura, que pasa de la decimoquinta a la séptima posición, y también La Rioja, que escala dos posiciones respecto a 2023, situándose en el octavo puesto.

Por debajo aparecen en el ranking Galicia (5,96), Cantabria (5,91), Baleares (5,87), Navarra (5,75), Castilla-La Mancha (5,62), Comunidad Valenciana (5,35), Aragón (5,06), Asturias (4,81) y, por último, Cataluña, con 4,52 puntos.

En el caso catalán, los autores apuntan que uno de los factores que le impiden subir en la clasificación y alcanzar mayor competitividad fiscal es «la persistencia de numerosos impuestos adicionales creados por ese gobierno autonómico», ya que «sigue contando con el doble de impuestos autonómicos que las demás comunidades».