Mesa sobre violencia en atención primaria durante el congreso de Semergen en BEC de Barakaldo | SEMERGEN

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Facultativas de Atención Primaria del Grupo de Trabajo de Atención a la Mujer de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) han destacado la importancia «fundamental» de que los médicos de Atención Primaria reciban una formación continua para poder detectar de forma «precoz» casos de violencia de género en sus consultas.

Esta y otras reflexiones han sido debatidas este viernes en el marco del 46º Congreso Nacional de Semergen, que durante esta jornada ha celebrado una mesa dedicada a la actualización en el abordaje de la violencia de género en la Atención Primaria.

El objetivo de esta mesa ha sido revisar las estrategias actuales y mejorar la detección, intervención y seguimiento de los casos de violencia de género desde los centros de salud, para proporcionar a los profesionales más y mejores herramientas para la toma de decisiones en la intervención con las mujeres.

Durante la mesa, se han abordado cuestiones como la identificación de signos de abuso, la creación de espacios seguros en la consulta para que las víctimas puedan expresar su situación y el uso de protocolos actualizados para garantizar una atención integral y coordinada.

La doctora Paula Guerrero, miembro del Grupo de Trabajo de Atención a la Mujer y de Sexología de Semergen ha señalado que, como médicos de Atención Primaria, deben «estar preparados para identificar los casos de manera precoz, intervenir de manera rápida y efectiva ante la sospecha de violencia de género y ofrecer un apoyo adecuado, ya que nuestra intervención puede marcar una gran diferencia en el bienestar y la seguridad de estas mujeres».

En este sentido Guerrero ha añadido que, «cuando una mujer acude a consulta, los profesionales deben estar atentos tanto a los signos evidentes de maltrato como a un historial de consultas frecuentes y reiteradas, a una sintomatología persistente, consumo elevado de fármacos, trastornos del sueño y la alimentación, o comportamientos como el retraso en las citas».

Además, ha proseguido la facultativa, «la observación de la actitud del acompañante es clave: si este controla la documentación, el teléfono de la mujer o evita que se quede sola, pueden ser indicios alarmantes».

Durante la mesa se ha subrayado de forma reiterada «la importancia de que los médicos de Atención Primaria reciban formación continua en este ámbito, dado que son muchas veces el primer punto de contacto para las mujeres que sufren violencia de género».

La detección precoz es «fundamental» para prevenir situaciones de riesgo y ofrecer el apoyo necesario a las víctimas, especialmente a aquellas en situaciones de mayor vulnerabilidad.

Del mismo modo, las instituciones sanitarias y los profesionales de la salud juegan un papel clave en esta labor, y la implementación de cribados periódicos y herramientas validadas es esencial para mejorar la respuesta ante este problema social.

Entre las herramientas recomendadas para la detección de la violencia de género destacan los cuestionarios Women Abuse Screening Tool (WAST) y Abuse Assessment Screen (AAS), ambos validados científicamente y utilizados en los servicios de salud de distintas comunidades autónomas.

De cara a garantizar una adecuada detección y apoyo a las víctimas, en su intervención, la doctora Ana Rosa Jurado, miembro de los Grupos de Trabajo de Sexología y Atención a la Mujer de Semergen, ha subrayado la importancia de realizar la entrevista clínica «de forma empática, con escucha activa y sin emitir juicios».

Asimismo ha aconsejado a los médicos «comenzar con preguntas generales y avanzar hacia otras más directas, siempre haciendo hincapié en que la violencia jamás está justificada. Además, ha proseguido, »es esencial hacer sentir a la mujer que no es culpable de la violencia que sufre y creer en su relato sin dudar de sus interpretaciones".

A continuación, y «una vez que la mujer reconoce estar en una situación de maltrato, se recomienda realizar una valoración integral que abarque tanto su estado físico y emocional como su situación social».

Desde su perspectiva, «este enfoque permite un diagnóstico más preciso y facilita la creación de un plan de acción personalizado que promueva su bienestar y seguridad», ha concluido Jurado.