En Mallorca hay muchos Tomeus, pero como un tal Penya, pocos.
Jocoso como siempre, nada más entrar se encontró a una conocida.
«Dame un beso... pero no en los labios!!!», exclamó. Sus botas y su
sombrero no fallaron y también acudieron al acto de presentación de
su último disco, «Això és pecat», su disco número 19 en 21 años de
carrera. «Que conste que el número 20 ya lo tengo compuesto»,
aclaró.
«No estamos ante un disco aburrido. Quien quiera bailar, puede
hacerlo». Su nuevo trabajo consta de once canciones, una de ellas
instrumental. Ha mezclado composiciones nuevas con versiones de
otros cantantes como Chris Kristofferson, de quien se confiesa
«admirador». «Podríamos decir que éste es mi disco más country».
Parece difícil de creer, ya que, casi siempre, ha incluido alguna
que otra melodía que recuerda o se incluye dentro de este tipo de
música. «Donde me encuentro mejor, tanto físicamente como
mentalmente, es con el country. Además, mi voz se adapta bastante
bien». Una voz grave para un estilo también grave. «La más
sensible, la que tiene más ritmo, la que dice más cosas, así defino
la música country».
La canción que da título al álbum habla de lo que él considera
pecado: «No cuidar Mallorca, destruir nuestro patrimonio y nuestros
espacios verdes. Se trata de una canción ecológica». Frases como
«per omplir ses butxaques ho venem tot» o «com explicarem que
teníem temps i no hi posàrem soluciones» demuestran su afán
reivindicativo. Pero, pecar, en realidad, tiene otro significado.
«Ése tipo de pecados me encantan, no los otros». ¿Confesables? «Sí,
beber, fumar y...».
En la vida de todo cantante, «hay canciones que te marcan». En
este disco ha recogido algunas de autores como Max D. Barnes,
Robert John Jones, Layng Maritime y Toni Morlà, de quien dice que
es «uno de los mejores compositores mallorquines». «Yo compongo
siempre. Cuando me vaya a Villafranca, a mi casa, compondré». Tomeu
Penya sigue siendo igual de prolífico.
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