Pedro Bonet Mir, conocido artísticamente como Bonet de San Pedro,
falleció a la una de la madrugada de ayer sábado, en su domicilio
familiar, a los 84 años. De naturaleza vitalista, los problemas
circulatorios que sufría deterioraron su salud en los últimos
meses, obligándole a permanecer en cama desde el pasado mes de
marzo. El artista deja dos hijos, Pedro y Silvia, y cinco nietos.
Su mujer, Amelia Molina, se encontraba ayer muy afectada. A lo
largo de hoy habrá un velatorio en el cementerio de Palma. El
funeral por el eterno descanso de su alma se celebrará el martes,
día 21 de mayo, a las ocho de la tarde en la parroquia de Sant
Miquel de Palma.
Su nieta, Helena Iglesias, contó que «trabajó hasta que tuvo
fuerzas, los últimos tres años no actuaba, pero en casa siempre
estaba rodeado de su música y papeles, continuaba creando con
ilusión». Músico, compositor, arreglista y cantante, Bonet de San
Pedro fue una de las voces de la posguerra, no sólo de las Islas,
sino de todo el Estado. «Bajo el cielo de Palma», «Carita de
Angel», «La vestidita de blanco», «Raska Yú», «Amor», «La noticia»,
«Valencia bella», son algunas de sus muchas canciones. Nacido en
Palma en 1917, cuando contaba tres meses su padre murió en un
naufragio. Para colaborar en la economía doméstica, nada más
cumplir siete años empezó a trabajar como vendedor ambulante de
pescado, hielo, huevos, leche.
Su primer trabajo por cuenta ajena fue como botones del
desaparecido Club de Regatas, ayudante de camarero en el Hotel
Mediterráneo, en el Café Español y Café Born, donde hizo sus
primeros pinitos como cantante, tiempo en el que comienza a recibir
clases de guitarra. En 1938, con otros músicos locales, crea el
conjunto Trashumantes, que tuvo resonancia nacional. Poco después
dirige su primera orquesta, Gran Casino, y en 1939 graba el primer
disco Tiro-Liro, en portugués, un éxito.
Eran momentos, al final de la Guerra Civil, en que España estaba
hundida y la voz de Bonet surgía para aportar el necesario
optimismo en un fondo social gris. Cantó a la tierra, al amor y a
la vida deslumbrando a millares de seguidores. Junto a Jorge
Sepúlveda y Antonio Machín fue la estrella del momento. En sus
composiciones, las influencias jazzísticas y del swing americano
confluían de una manera precisa con la melodía mediterránea. En
1942 dio un paso importante, reflejo de un espíritu inquieto. Creó
Bonet de San Pedro y les siete de Palma, banda con la que actuó por
todo el país, grabando discos como el popular «Raska Yú», una
música que se hizo internacional, utilizada en infinidad de
ocasiones en programas de todo tipo, sintonías comerciales,
anuncios. Según la Gran Enciclopedia de Mallorca «para un sector de
la población este tema fue entendido como una sátira contra
Franco».
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