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Rafael Bestard busca en sus obras «capturar el instante de donde surge la personalidad». A través de sus cuadros y basándose en la fotografía, refleja la naturalidad de las personas, aquello que las diferencia del resto. Sus últimas creaciones podrán verse desde mañana en la galería Horrach Moyà de Palma.

«El aspecto fotográfico de mis piezas es intencionado, no quiero caer en el purismo de las pinturas». Por ello, utiliza las imágenes como «medio técnico» a partir de las cuales manipula la obra. «La pintura ayuda a enfatizar aspectos que la fotografía no permite porque es un elemento neutro». Además, de esta manera, el autor puede «elaborar la pieza». «Todo pasa por mis manos».

La exposición se compone de retratos de personas. «Me interesa centrar la importancia de la obra en el individuo». Bestard deja de lado los aspectos estereotipados y busca la imagen que «identifica al sujeto». Estas diferencias «son cosas sutiles como una mirada o la manera de realizar un gesto». Por eso, evita «situaciones rígidas, típicas, posados, sospechas de que pueda tratarse de algo para la posteridad».

La elección de la imagen se basa en «la frescura». La luz juega un papel importante. «Siempre empleo luz natural que me deja jugar con los reflejos y crea las formas y los dibujos». Las pinturas incluyen «situaciones de la calle y el ambiente urbano». El énfasis se pone en «el color». «Introduzco colores vivos que conllevan situaciones lúdicas, optimistas y de celebración». Nunca se crea «un proceso de fiesta», sólo «surge» espontáneamente.