Las constantes alusiones contra la guerra en Irak, la catástrofe
del «Prestige» y las críticas al Gobierno por parte de los
profesionales del séptimo arte en la entrega de los XII Premios
Goya, estuvieron fuera de tono según la ministra de Educación,
Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, que siguió la gala con
«tristeza» y «perplejidad» desde su butaca en el Palacio Municipal
de Congresos de Madrid. Mientras Del Castillo calificó de «grave
error» la postura del mundo del cine, Marisa Paredes, presidenta de
la Academia, le recordó que los profesionales del sector también
tienen en su punto de mira la realidad.
Campoy consideró lo ocurrido el pasado sábado como «una
manipulación» por parte de la Academia de Cine, además de «un acto
político orquestado» y «denigrante para el cine». «La gala de los
Goya no es el sitio para insultar a los políticos, ni al presidente
del Gobierno, al actual ni a otro», afirmó.
Del Castillo aseguraba ayer al programa «Buenos días» de RNE que
vivió la ceremonia del pasado sábado «con cierta tristeza» y
«perplejidad». «Creo que los Premios Goya han sido concebidos como
una manera de reconocer aquellas películas que han destacado más a
lo largo del año», dijo la ministra.
Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones de
Productores Audiovisuales, Eduardo Campoy, pidió la dimisión de
Marisa Paredes como presidenta de la Academia y de sus
colaboradores, en su condición de presidente de esta asociación y
como productor de cine, y «no en nombre de la organización».
Pero la reacción de otros profesionales del séptimo arte la
noche del sábado en la gala de los Goya 2003, tenía su explicación,
según explicó Marisa Paredes, recordando que la gente del séptimo
arte «no tiene como únicas miras hablar del cine español, sino
también de la realidad». «Si de repente hay unos actores
compañeros, que lo que pretenden es aprovechar ese momento para
reivindicar algo que les inquieta, cada uno es muy libre, porque
estamos en una democracia. Ya basta de pensar que se puede callar a
la gente. La gente es muy libre de decir lo que quiera», dijo la
actriz.
En esta misma línea, la presidenta de la Academia recordó que
«nosotros que hemos vivido una dictadura, sabemos que el tener
libertad cuesta mucho». «Yo no tengo en ese sentido, ninguna
crítica. Como ser humano, como persona y como actriz tengo todo el
derecho del mundo para, en un momento determinado, si tengo la
oportunidad, decir lo que pienso», añadió, a la vez que reiteró que
la Junta Directiva de la Academia de Cine hará hoy público un
comunicado sobre su valoración de la ceremonia.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.