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M.SALAS/L.QUINTANA
La tercera Superfesta de Porreres reunió el pasado jueves por la noche en el Parc de n'Hereveta a 9.000 personas que disfrutaron de diez horas de música ininterrumpida, acompañada de un gran despliegue audiovisual. El recinto abrió sus puertas sobre las 21.00 horas y fue el sonido de Dj Pipo quien dio la bienvenida al numeroso público que no quiso perderse una cita que cada año congrega a más gente.

Tras la actuación del grupo La vereda, el primero de los conciertos, llegó el turno de Ojos de Brujo. La formación se caracterizó por su originalidad en las improvisaciones. Una introducción para empezar e «Imagino», una bulería inventada, seguida de un amplio repertorio que, en directo, suena diferente que en sus discos, fueron la nota dominante del concierto más espontáneo de toda la noche.

Al son de la Batucada se hizo el cambio de escenario para dar paso al grupo catalán Dusminguet, que repetían presencia en Porreres. Pese a que, tras el concierto, aseguraron haberse quedado con la sensación de no haberlo hecho del todo bien, los temas de sus discos, especialmente, «La Rumbeta Bona» y «Sonajero de Colores» hicieron bailar durante hora y media a todos los asistentes.