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«Vestir secrets de mots poc costa gaire, ni destriar sengleres de relleu; suren muntanyes i entre dol i veu l'esperit tira el seu barret enlaire». Adriana Straijer se basó en este verso de Brossa, llamado «Sonell», para preparar el taller para familias «Vestir secrets de paraules en una escala» que ayer se realizó en Es Baluard. La actividad se incluye dentro de los actos que conmemoran el primer aniversario del centro.

Straijer ideó el taller en torno a dos ideas: el aspecto individual y el social. «Cuando empecé a trabajar pensé en tratar el tema de la indumentaria ligado a los países del Tercer Mundo, sobre todo de Asia». Después llegó el maremoto del Índico y lo social se transformó en una cuestión humanitaria. En cuanto al punto de vista individual, la artista se centró en «la confianza». El resultado fue una actividad en la que los participantes, un total de 25, tuvieron que crear un traje basándose en «la poesía visual, los versos y el imaginario de Brossa».

«Asistir a estas actividades es una manera de desarrollar su imaginación, siempre que vienen después, en casa, nos piden qué es un museo o nos preguntan sobre algún artista», explicó Amparo González. A su lado, Tania y Tomeu Capó, sus hijos, afirmaban con la cabeza. «No sé si me gustaría ser pintor pero sí sé que me encanta pintar», comentó Pau. No era el primer taller al que asistían en Es Baluard. La razón de repetir la resumió Tania: «Aprendo y me divierto, por eso vuelvo». Una idea que se asemeja al objetivo de Straijer: «Que se adentren en el mundo de Brossa de una manera vivencial».