Los voluntarios de ARCA posan al lado del 'Llit', una vez finalizado su trabajo en la Santa Creu de Palma. Fotos MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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MARIANA DÍAZ Los voluntarios de ARCA repitieron ayer el ritual que, desde hace quince años, cumplen en la parroquia de la Santa Creu de Palma, el montaje del Llit de la Mare de Deu d'agost. La entidad, que hasta el próximo día 18 exhibe su propio Llit en su sede de la calle de la Pau 5, en el que se combinan tradición y contemporaneidad bajo la firma de la artista Amparo Sard, impulsa desde la sociedad civil una costumbre ligada a un hecho religioso sobre la que hay que remontarse al siglo XIV para encontrar las primeras noticias escritas.

Concha Gallego, Marga Pujol, Alfredo Claret, Fernando Barceló y Biel Barceló crearon ayer la escenografía que en la iglesia de la Santa Creu recordará la Asunción de la Mare de Deu a los cielos, una tradición que se celebra en la Part Forana, iglesias de Ciutat y en la Seu. El trabajo no resultó fácil para los voluntarios citados, que arrastraron el pesado tálamo en el que reposa la Virgen yacente desde el museo de la parroquia hasta la nave central de la misma.

Biel Barceló, vicepresidente de ARCA, explicó el origen de la tradición y las características de la imagen de la Santa Creu. Fue hacia 1320 cuando el rey Jaume III ordenó que el 15 de agosto se hiciera una procesión en el reino de Mallorca. El Llibre des Privilegis recoge su disposición: «Per la festa de la Mare de Deu processò es fasa». Más tarde, el obispo Berenguer Batle dedica la Seu a la Virgen en el misterio de la Asunción y otro rey, Pere El Ceremoniós, repite el mandato de su predecesor.