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CELIA HEREDIA La ciudad de Palma se convierte en metafísica del tiempo o en atmósfera romántica, y lo hace a través de lo irracional del arte abstracto y la profundidad de lo figurativo. Este es la visión urbana de Palma que Jorge Arzi, (Hasake, Siria, 1961) mostrará a través de 24 piezas en la exposición que inaugura hoy, a las 20.00, en la galería 'Maneu'.

A Azri le gusta transmitir el silencio musicado de un paisaje abierto a la imaginación y la melancolía, un paisaje en el que «la carga creativa recae en la composición y las formas». «Pienso en una figura abstracta sin definir», explica Azri. «Y la libertad de la obra que aún está sin definir me permite borrar y dar forma a elementos que conforman un paisaje realista que resuelve la obra y la transporta a otro plano».

Los colores grises, ocres, blancos o tonos sepias se convierten en metáforas pictóricas con los que el artista crea atmósferas y transparencias que aportan profundidad poética y transmiten relajación a la persona que lo está contemplando. «El blanco y negro es muy recurrente en mis piezas», comentó. «Creo que es un color intelectual y alegre, con él represento la memoria del tiempo», un tiempo que deja de ser pasado para convertirse en presente romántico y melancólico.

El artista utiliza materiales como papel, cartón, óleo o acrílico, entre otros. «No me gusta pintar sobre blanco, a veces utilizo periódicos de fondo, materiales que son testimonio de la realidad y crean un resultado muy pictórico», confesó.

La figura humana también es protagonista en la muestra que Azri ha dedicado al paisaje urbano palmesano ya que, según él, «aporta calor a la obra, a la vez que genera un equilibrio con lo abstracto». Lo fundamental en la obra de Azri no es el paisaje, sino la forma que tiene de interpretarlo. «Un realismo que poco tiene que ver con la figuración, sino más bien con los sentimientos».