Toni Gibert estrena una cantata infantil con poemas de Gloria Fuertes

La Coral Infantil Tessel·la, que interpretó la obra, es una de las actividades educativas de Amics de la UNESCO y está formada por niños de todo el mundo residentes en Barcelona. Muchos han sido adoptados por familias catalanas. Su repertorio procede de distintos países e incluye los idiomas de origen. Gibert actuó como pianista hace un año para el coro y se dio cuenta de «la sensibilidad tan grande de estos niños y escribí la cantata», dijo.

«La obra representa un homenaje a la poco que queda del ser humano», explicó el compositor, quien mantuvo que «sólo se puede seguir queriendo al ser humano, o hacer arte, si conservas la parte de niño que llevamos dentro». El autor razonó que «los textos debían primar sobre la música» y definió su cantata como «llena de estilos diferentes aunque tenga una estructura cerrada». El músico remarcó que «otra intención pedagógica era que sirviera para que los chicos pudieran convertirse en músicos».

Gibert escogió el texto de Gloria Fuertes porque «aprendí poesía gracias a ella», y recordó «las reflexiones que causó en los niños y padres sobre temas como Dios o la pobreza». Durante un ensayo, la mitad de los niños cantaba y la otra representa a un grupo de mujeres pobres. «Los que cantaban tuvieron que parar, alguno temblaba y otros lloraban porque se habían creado una imagen de la injusticia».

Profesor de música en el Institut de Música i Dansa de Andorra y en la Escola de Músics de Barcelona, el mallorquín estrenó en diciembre Sakura variations, interpretada por el alumno invidente Ignasi Cambra, en la sede de la ONU en Nueva York y en el Carnegie Hall de la misma ciudad. La pieza había ganado el concurso de piano paraolímpico en Japón.

En septiembre, Gibert estrenará tres obras para soprano y conjunto instrumental sobre poemas de Ciudad del hombre de Josep Mª Fonollosa.