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CELIA HEREDIA La fotografía y la abstracción. La primera como reflejo de la dignidad humana y la segunda como resultado de una evolución pictórica. Dos formas diferentes para representar la realidad bajo un mismo techo, el del Casal Solleric, lugar donde hoy se inaugura, a las 20.00 horas, la muestra de pintura, Mateu Bauzà. Obres 1989-2008 y la exposición fotográfica Imágenes para la dignidad.

La obra de Mateu Bauzà (Palma, 1950) transita por temas de carácter universal. El expresionismo abstracto se convirtió por un tiempo en un referente para sus pinturas con una clara influencia de artistas como Mark Rothko y Willem de Kooning.

Sin embargo, en esta muestra, Bauzá pretende mostrar «una continuación de lo que se ha llamado pintura modernista», utilizando únicamente el lenguaje del color para resaltar «su pureza». En 1989 descubrió la estética taoísta, basada en la observación de la naturaleza, una técnica que los orientales llaman Kü y que desde entonces, le inspira para crear «con libertad», señaló el artista, quién también definió sus obras «como pinturas simples y repetitivas» como el blues, las estaciones del año o los estados de ánimo. Las piezas ocuparán la planta noble del Solleric hasta el 13 de julio.

Será el patio del Solleric el que acoja la realidad en blanco y negro «de la situación en la que vive el ser humano». Serán 121 fotografías, realizadas por 39 fotógrafos, las que conformen esta muestra que, según Miguel Àngel Invarato, comisario de Imágenes para la dignidad, «está itinerando por toda España». Además, Invarato señaló que, no se trata de una exposición paternalista porque en ella, «el fotógrafo sólo es el testigo silencioso que se pone frente al ser humano».