El andamiaje de sa Llonja permitirá seguir el trabajo de restauración

Sa Llonja luce nueva imagen. Todo está listo para el inicio de la rehabilitación del edificio de Guillem Sagrera y éste es el aspecto que presentará los próximos dos años, espacio de tiempo en el que se prolongarán los trabajos de mejora de esta construcción del siglo XV.

El andamiaje que rodea las fachadas «se ha hecho con una modulación adaptada a la propia estructura de sa Llonja», comentó el arquitecto Pere Rabassa. De este modo, la estructura metálica «no distorsiona la forma o ejes que dan composición a las propias fachadas». Así, los andamios se presentan casi como una segunda piel del edificio.

Desde hace unos meses, se planteaba la posibilidad de cubrir sa Llonja con una lona en la que se reprodujera gráficamente el edificio. Según comentó ayer el arquitecto, «vale la pena dejarlo a la vista». Rabassa explicó que de esta forma se podrá ir viendo el resultado de la restauración de las fachadas mientras se va trabajando. «El objetivo es seguir viendo sa Llonja, no perderla de vista».

Finalmente, se reproducirán en lona los dos portales mayores. En los laterales, sin embargo, se instalarán pequeñas lonas móviles que sólo cubrirán aquellos puntos en los que en ese determinado momento los técnicos y operarios estén trabajando.

En los andamios se puede apreciar por módulos unas franjas rojas. Rabassa aclaró que su función es «una protección de la zona de trabajo» y evitar «la caída de material».

Primeras acciones

El trabajo en sa Llonja ya ha comenzado. El arquitecto Pere Rabassa adelantó que se han realizado unas catas en la base que se encuentra bajo el pavimento con el objetivo de «saber cómo está constituida y también para sustituir aquellas piezas que se encuentran en mal estado». Rabassa anunció que conocer su estado servirá para colocar aquellas instalaciones que dotarán al edificio de los sistemas necesarios para su funcionamiento, como las tomas eléctricas y de televisión.

Respecto a la restauración de las fachadas, se están practicando las primeras pruebas, tras el resultado de las tomas de muestras iniciales, para ver qué tratamientos son más adecuados para cada zona tratada.