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El alemán Erwin Bechtold, afincado en Eivissa desde el año 1958, recibió el jueves la medalla del Foment de les Arts i del Disseny (FAD) en Barcelona como reconocimiento a su trabajo como arquitecto y diseñador, que realizó en la capital catalana en los años 50 y 60.
Dedicado desde hace tiempo exclusivamente a la pintura, Bechtold comentó que «es un gran honor, aunque me produce una cierta nostalgia porque se refiere a un trabajo que hice hace mucho tiempo».
El creador, que inaugurará el 20 de mayo una exposición en el Museo Camón Aznar de Zaragoza, explicó que «el reconocimiento es fantástico porque hace que yo vuelva a Barcelona y que Barcelona vuelva a mí», y razonó que «parecía que sólo se acordaban de mí cuando había una catástrofe y necesitaban una donación pero se olvidaban en las grandes exposiciones de artistas catalanes con el argumento de que estaba en Balears». A los 84 años, Bechtold aseguró que «es imposible dejar de evolucionar porque sabes que el mejor cuadro de tu vida aún está por hacer». El artista recordó que «cuando llegué a Eivissa era una isla olvidada, una situación bíblica», y apuntó que «ahora en Sant Carles vivimos dentro de una pequeña fortaleza, en una isla dentro de otra isla».