Momento de la entrega del galardón al escritor Carlos Fuentes. | Elena Ballestero

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El escritor mexicano Carlos Fuentes recibió ayer el Premio Formentor de las Letras por su trayectoria literaria, en un acto institucional que se celebró a anoche en el hotel Formentor, ubicado en la localidad de Pollença.

La familia Barceló -actual propietaria del complejo- y la familia Buadas recuperaron así, en su 50 aniversario, el espíritu de los premios internacionales de literatura Formentor, impulsados en 1961 por un grupo de jóvenes editores y que desaparecieron en el año 1967.

Cuatro años después de recuperar las Converses Literàries de Formentor, el premio culmina un proceso que renace con espíritu de permanencia. De hecho, Fuentes será el presidente del jurado que el próximo año designará a un nuevo ganador de un galardón dotado con un total de 50.000 euros.

«Este premio es una gran conquista para Formentor, más que para mí. Es un signo de la personalidad de esta Isla que no debe perderse», dijo Fuentes, quien evitó opinar sobre la literatura española actual, pero departió acerca del momento que atraviesa la literatura hispanoamericana con «una nueva generación sumamente valiosa, con un gran nexo entre sí y un propósito literario. A nosotros nos tocó decir lo que no se había dicho en mucho tiempo en América Latina, a ellos les toca decir lo que está pasando hoy». Fuentes, que veranea desde hace 50 años en el hotel Formentor, habló también sobre los cambios que las nuevas tecnologías introducen en una sociedad en la que la información está al alcance de todos. «Me quedo con sed, no es suficiente. Hay que exigir más, pedir más información, saber más a fondo las cosas», sentenció.

Sobre sus proyectos más inmediatos, el literato avanzó que tiene tres libros «en la cocina», pronto al alcance de los lectores.