Imagen tomada ayer en Can Lis, una sencilla pero especial casa construida en los años sesenta, diseñada por Jorn Utzon como una estructura orgánica a base de cubos y patios que los unen y que se integran en la naturaleza. | P. Pellicer

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Miquel Vidal, alcalde de Santanyí, se reunió ayer en Can Lis, -la primera casa que el arquitecto Jorn Utzon (1918 - 2008) se construyó en Mallorca-, con Christen Obel, presidente de la Utzon Foundation de Dinamarca, entidad propietaria del inmueble, y que lo convertirá en un lugar donde «arquitectos de cualquier parte del mundo puedan pasar un tiempo tranquilos estudiando, investigando e inspirándose en la arquitectura de Utzon», según explicó a Ultima Hora el también presidente de The Obel Family Foundation. Vidal apuntó que el Ajuntament otorgará la semana que viene la licencia de obras solicitada por la Foundation Utzon, «ya que los técnicos me han dicho que el expediente está bien». Por su parte, los técnicos de Patrimoni Històric del Consell han informado favorablemente, «con prescripciones, sobre unas obras que no modificaban nada sustancial, se referían a un baño», señaló Gari Durán, directora insular del área.

Obel viajó a Mallorca acompañado por la arquitecta Lise Juel, que dirigirá la rehabilitación de Can Lis y que trabajó en el estudio de Utzon. «La casa hace tiempo que no se habita y como todo edificio necesita renovarse, pero las obras serán mínimas y se harán desde el respeto y la conservación, se rehabilitará, no se transformará, además, tenemos los planos originales».

The Obel Family Foundation compró Can Lis a uno de los hijos de Utzon y después lo donó a la Utzon Foundation, que la ha convertido en su sede en España desde el pasado mes de julio. «La familia [Utzon] quería venderla y que la fundación la comprara ha sido la manera más óptima de mantener el legado [del que fue Premio Priktzer de Arquitectura 2003]», señala Obel.

Can Lis no goza de ninguna protección patrimonial, no es un edificio catalogado. El Consell, a petición, primero de la Societat Arqueològica Lul.liana, y después del Colegio de Arquitectos, va a iniciar la incoación del expediente para declararla o Bien de Interés Cultural o Bien Catalogado. Gari Duran recordó que «como la casa no está catalogada, no tenían ninguna obligación de acudir a Patrimoni a pedir ningún permiso». No obstante, «se le ha concedido con la prescripción de que la casa no se modificará».

Sobre el futuro de Can Lis, Obel señala que «para la fundación es muy importante que todo esté bien, estamos en contacto con las autoridades del patrimonio de Mallorca, con el ayuntamiento, arquitectos» e insiste en que «la casa no es para nuestra familia, sino para la fundación [Utzon] y los arquitectos que vendrán aquí serán escogidos, no sólo por la fundación, sino también por el centro de arquitectura estatal [de Dinamarca] por su curriculum».

Tras años vacía, esta singular vivienda en la que se refugió Utzon en los años 60, comienza una nueva vida.