Imagen promocional del cuarteto mallorquín Psideralica.

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Psideralica ha vuelto a destapar la caja de los truenos con su tercer trabajo, Trinitite, impregnado de épica eléctrica y romanticismo gótico. Elementos que manejan con soltura tras trece años en la carretera, en los que no han hecho una sola concesión a los sonidos de moda.

El cuarteto abrirá el telón de la velada metalera que culminará la banda madrileña Sôber, el próximo 7 de noviembre en la sala Es Gremi, a partir de las 22.00

La propuesta de Psideralica casi suena a clásica en estos tiempos de música pregrabada dominada por los deejays, pero tiene por encima de todo un gran sentido de la libertad. Su estilo, rocoso pero pegadizo, invita además a la militancia. No es de extrañar, pues, que hayan compartido escenario con monstruos como Guns n' Roses, Marilyn Manson o Paradise Lost. O que sus canciones vertebren la banda sonora de largometrajes y series de este y el otro lado del charco.

Toxic Skin es la carta de presentación de su último trabajo, «un tema muy representativo que, como el resto del disco, incorpora un plus de agresividad y oscuridad respecto a trabajos anteriores», sostiene Toni Kernel, miembro del cuarteto. Trinitite, nombre escogido para la cabecera del disco, «es el material que se originó con el primer test nuclear de la historia, en 1945.

A causa de la explosión, la arena sobre la que estaba depositada el artefacto se derritió formando unos cristales verdes que fueron llamados así». Una metáfora muy gráfica acerca de la potencia que desprende el sonido de la banda. El disco estará disponible en breve, ya que actualmente «estamos mezclando los últimos temas».

Por el momento, el single Toxic Skin está a la venta en todas las plataformas digitales y se ha licenciado a la compañía de Los Ángeles Preston Bevrly Group para que lo comercialice en USA, Canadá, México y Japón. Para la mezcla, masterización y coproducción del disco, han vuelto a trabajar a las órdenes del prestigioso productor local Pablo Ochando.