La directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez, el nieto del artista perteneciente a la Successió Miró, Joan Punyet Miró y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, posan para los medios antes de la presentación de los detalles del acuerdo de colaboración entre el Centro Botín y el Ayuntamiento de Santander con los herederos de Joan Miró. | Pedro Puente Hoyos

TW
0

Los herederos de Joan Miró han realizado una cesión temporal de cuatro esculturas del famoso artistas a la ciudad de Santander y el Centro Botín, obras que ya se encuentran expuestas en este centro de arte en el marco de la exposición 'Joan Miró: Esculturas 1928-1982' que se puede ver hasta el 2 de septiembre.

Será a partir de ese día cuando se haga efectiva la cesión, por cinco años renovables, de las esculturas 'Femme Monument' (1970) y 'Souvenir de la Tour Eiffel' (1977) al Centro Botín, y 'Tête' (1978) y 'Femme' (1969), al Ayuntamiento de Santander. Las primeras se expondrán en la galería E de la primera planta del centro de arte, espacio que estará dedicado al artista catalán, y las segundas se ubicarán en los Jardines de Pereda.

El nieto de artista y cabeza visible de la Sucessió Miró, Joan Punyet Miró, acompañado de la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, así lo ha anunciado este lunes en una rueda de prensa en la que ha destacado los vínculos de su abuelo con la ciudad, que visitó en 1958 cuando también acudió a la cueva de Altamira, así como con la familia Botín.

Debido a esos vínculos, ha ensalzado que los herederos de Miró decidieron que, «si dejábamos algo a Santander, no podía ser cualquier cosa, sino lo mejor de lo mejor» y, por ello, las cuatro obras escultóricas que se ceden forman parte de la «primera línea expositiva» de Miró y que para sus herederos son «las más importantes» de la colección privada de la familia.

«Estamos orgullosos de esta gran apuesta por la cultura en Santander, es una ciudad que está cogiendo mucho empuje y nosotros no podíamos quedar a un lado bajo ningún concepto», ha manifestado Punyet Miró, que ha expresado la apuesta de la familia por contribuir a «hacer de Santander una ciudad abierta al mundo, moderna y que, con el nombre Miró a su lado, va a formar parte de la cartografía mundial del arte contemporáneo».

También ha considerado que, con esta cesión de la familia Miró a la ciudad y el Centro Botín, «más artistas y más herederos cogerán ejemplo y estarán dispuestos a contribuir también para hacer de Santander un enclave mágico e importante a nivel mundial».

Por su parte, la directora ejecutiva del Centro Botín ha agradecido a la familia Miró este «gesto de incalculable valor» con el que además «podremos seguir disfrutando en Santander, tanto en el espacio expositivo del centro como en los Jardines de Pereda, de estas cuatro magníficas esculturas».

Sánchez ha considerado que la «gran exposición» dedica a Miró en el Centro Botín ha hecho «posible» que ahora tenga lugar esta cesión para que Santander pueda seguir «disfrutando» de la obra del artista catalán, cumpliendo con la voluntad de Miró de que «sus obras de gran formato se muestren en lugares públicos y sean accesibles a todo el mundo».

Algo que ya se está consiguiendo con la muestra 'Joan Miró: Esculturas 1928-1982' a través de la cual no sólo se están dando a conocer la obra escultórica del artista sino también su proceso creativo a través de visitas guiadas, visitas experiencia, conciertos, talleres, cursos... en lo que además, ha destacado, se ha implicado personalmente Punyet Miró como comisario de la exposición.

Por su parte, la alcaldesa de Santander ha agradecido la cesión a los herederos Miró pero también a la familia Botín porque, si no hubiesen construido el centro de arte, esto no habría sido posible. Igualmente, ha extendido el agradecimiento a María José Salazar, conservadora del Museo Nacional Reina Sofía y miembro del comité asesor del Centro Botín, sin cuya participación tampoco habría sido posible la cesión.

Igual, que también ha hecho hincapié en los «vínculos» entre Santander y las familias Miró y Botín, ha destacado que los herederos del artista catalán cedan «cuatro de las 50 joyas» de su colección de esculturas y que además hayan decidido que «sean de las más importantes y con un valor económico incalculable» en su conjunto, aunque solo una de ellas vale «muchos millones de euros».

Tres de las esculturas se quedarán en Santander tras la clausura de la muestra 'Joan Miró: Esculturas 1928-1982' el 2 de septiembre, pero una de ellas, 'Femme', no se instalará en los Jardines de Pereda hasta el mes de febrero ya que, cuando concluya la exposición del Centro Botín, será expuesta en París.

DESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS

Las esculturas cedidas al Centro Botín son 'Femme Monument' (1970), que tiene su origen en una pastilla de jabón de las que Miró utilizaba para limpiar pinceles. Al tener los bordes más duros, se iba erosionando la parte interior hasta hacer un orificio como el que se representa en la escultura.

Miró coronó esta obra con un huevo, balanceante, estratégicamente situado, ensamblando así dos elementos humildes y con lo que representó, según Punyet Miró, «la vida y la muerte, el ciclo vital».

La segunda pieza que se quedará en las instalaciones del centro de arte --no puede estar en exterior debido a su fragilidad-- es 'Souvenir de la Tour Eiffel' (1977), que el artista catalán concibió a partir de una lámpara de mimbre y cuya pantalla fue sustituida por la figura de un cabezudo, concretamente la de Groucho Marx.

A ello, Miró añadió una tela original de damasco que cae formando pliegues envolviendo la cabeza, y una caja repleta de tubos de pintura usados. Con todo ello, el artista hizo su «souvenir de la Torre Eiffel» y con la que también hace un «guiño a la capital de Francia», donde estuvo en los años 20.

Por su parte, las piezas que se instalarán en los Jardines de Pereda de Santander serán 'Femme' que, según Punyet Miró, es «la pieza más importante de la familia Miró». La pieza original data de una pequeña escultura de 1949 y el artista la retomó en 1969 agrandándola casi dos metros y convirtiéndola en «monumental».

Esta obra es un «guiño a la diosa de la vida», un homenaje renovado a la mujer ya que Miró la concibió recordando la imagen de 'La Venus de Willendorf', expuesta en el Museo de Viena y que es «la primera pieza primitiva que homenajea a la mujer como diosa de la vida y mi abuelo también quiso hacer ese homenaje con esta pieza».

La segunda escultura que estará en los jardines santanderinos será 'Tetê', compuesta con el ensamblaje de elementos «obsoletos» de mobiliario de pequeño tamaño, de madera, y que con el tiempo fue aumentando hasta llegar a esta pieza. El título enfatiza ese zócalo, a modo de cuerpo, que utilizó como base de una gran cabeza, irregular y con trazos marcados que señalan los rasgos del rostro y a lo que añade unos grafismos que recorren la superficie como una cabellera.