Max: «Nadie puede quejarse de que hay demasiados libros, sino al revés»

«En De los libros, Montaigne habla de por qué le gustan, qué provecho saca de ellos y cómo le ayudan a pensar. Decidí centrar todos los dibujos en este autor como personaje y algunas actitudes cotidianas hacia los libros. Me enteré de que vivió en una especie de torre, donde estuvo encerrado durante 10 años estudiando y escribiendo estos ensayos. En el techo de una de las cámaras, sobre las vigas, escribió algunas frases. Esta anécdota aparece en una de las ilustraciones, así como una decena de pensadores e historiadores latinos a los que admiraba Montaigne, como Lucrecio, Virgilio, Cátulo o Séneca», detalla. «No intenté que se parecieran a la realidad, directamente decidí directamente inventármelos, pensé que sería divertido», advierte.

En cuanto al sector editorial, en el lleva ya casi 40 años, el autor asegura que «nadie puede quejarse de que hay demasiados libros, sino al contrario. Sí que es verdad que se publica mucho, lo cual es paradójico, porque se lee poco, pero que, sin embargo, aunque eso tiene que ver más con las leyes del comercio que no de la cultura. Pero tiene su lado bueno: mucha gente que escribe tiene más oportunidades que antes de publicar», apunta. «Dentro de lo mucho que ha cambiado, el mundo del libro no es el que más lo ha hecho. El libro aguanta porque en sí, es un objeto perfectamente diseñado desde hace siglos; lo que está cambiando es el mercado, internet y el libro digital», asegura.

El autor de Rey Carbón –nominado a mejor obra de autor español en Ficòmic 2019 y cuyos derechos ya se han vendido en Alemania, Francia y Estados Unidos– admite que «en cierta manera todo lo que hago, al menos los proyectos personales, está relacionado con la cultura en general y la temática creativa. Después están los trabajos que hago por encargo que, en este caso concreto, coincide mucho con mis intereses». Además, Max también ha elaborado la portada de un libro que repasa los 30 años de historia de la discográfica Discmedi.