Así lo cuenta en su relato titulado L'intercanvi, el segundo videorrelato de la colección Escrit a casa. Relats de confinament a Mallorca, una iniciativa de la Fundació Mallorca Literària que arrancó el jueves pasado, coincidiendo con Sant Jordi, con el cuento Robatòrum per menjatòrum de Sebastià Portell, y que se prolongará hasta el próximo 9 de julio con el lanzamiento de un texto cada jueves, con un total de 12 relatos y la participación de 36 creadores. De esta manera, este jueves la Fundació colgó el relato de Canyelles –con ilustraciones de Tonina Matamalas y voz de Mariantònia Sales– en su Facebook y también en su canal de Youtube.
L'intercanvi sigue la estela de la última novela de Canyelles, Les millors vacances de la meva vida (Empúries, 2019) y reflexiona sobre esta extraña situación de cuarentena desde un punto de vista muy personal. «Perdí la esperanza en la humanidad con 14 años y, desde entonces, no la he tenido nunca más. Puede que sea pesimista o negativa, pero no creo en un futuro mejor. Soy muy buena persona, pero no haré nada para cambiar el mundo, no creo en nada de todo eso», reconoce.
«Por eso, cuando oigo a la gente decir que cuando todo eso pase todo cambiará para bien, o hacen chistes o publican tonterías por internet o veo esos aplausos ridículos, me parece como si se burlaran. Algunos chistes me hacen gracia, me considero una persona con mucho sentido del humor, aunque eso parezca contradictorio, pero todo eso me parece ridículo en una época tan negra como la que estamos viviendo. Nada cambiará, ya se ha demostrado al dejar salir a los niños, lo cual fue horrible. Cuando nos dejen salir, todos seguirán llevando la misma vida que antes», asegura. Por otra parte, respecto a la salud mental, la autora explica que «hace poco mi nuevo psiquiatra por fin me diagnosticó distimia, trastorno depresivo persistente. Cuando vi la película Joker, que me pareció buenísima, me gustó mucho la frase en el que el protagonista dice que ‘lo peor de tener una enfermedad mental es que todo el mundo actúa como si no la tuvieras'. Es curioso, porque cuando uno tiene cáncer o cualquier otra enfermedad, todos te tienen en consideración y se apiadan de ti. Pero a la gente como yo, que padecen una enfermedad mental, nos riñen muchísimo».
Empatía
«Hay muy poca gente que tenga empatía. Por eso en el relato digo que me encantaría cambiarme por alguien que tenga coronavirus, firmaría por tener eso y no la enfermedad que tengo. Lo que estoy pasando no se lo deseo a nadie, es duro levantarse cada día. Además, lo del confinamiento no es ningún problema para mí, al contrario, estoy en mi salsa», afirma. L'intercanvi es, sobre todo, «un cuento sarcástico, bestia».
Los libros de relatos o novelas breves son dos géneros que Canyelles domina; no en vano se alzó con el Premi Mercè Rodoreda por el volumen de cuentos Mai no sé què fer fora de casa.
17 comentarios
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Hoy en día, el hecho de estar ingresado en un Siquiátrico son palabras mayores, pues la tendencia es dejar a los pacientes en su casa y su vida, en régimen ambulatorio.
Qui es aquesta tia per tenir aquestes infules ?
En estos momentos necesitamos gente positiva no negativa, yo se que es una depresion pero no consiento que nadie sienta pena por mi hay que poner mucho de nuestra parte
Me ha gustado mucho el relato, su narración y sus ilustraciones. Pero alguien de los que comenta y no, lo ha visto?
Uno siempre piensa que lo suyo es lo peor pero cada uno sabe por lo que está pasando..... Mejor no envidiar lo que tienen los demás y mucho menos si se trata de una enfermedad. Yo sé por experiencia propia que la depresión es uña enfermedad difícil pero lo que dice esta chica es una barbaridad.
La depresión es horrorosa y este virus puede producir un declive irrecuperable. Así que no se yo...
Lo de las enfermedades no va como en el buffet libre. Es más bien como lo de las lentejas pero sin lo de las dejas
Detrás de muchas personas enfermas hay psicópatas(que tienen hijos,conducen coches,dirigen empresas...) sin que la sociedad haga nada por detectarles y tratarles (o encerrarles en psiquiátricos).Jefes,madres,padres,policías....están produciendo ,ahora mismo, depresiones,ansiedades y fobias a personas un poquito más sensibles que los demás.Ánimo Neus!!!Imagino que dentro de no muchos años la ciencia detectará a personas maravillosas y supersensibles como tú y las vacunará contra los verdaderos enfermos.
Toda la razón tiene esta señora. A los deprimidos se les dice que se animen, a los ansiosos que se calmen, a los obsesivos que no tengan tantas manías. Nadie diría a un tuberculoso que dejara de toser o a un coronavírico que dejara de tener fiebre. Ni empatía, ni comprensión, ni nada de nada. Es increíble la ignorancia que existe en torno a los trastornos mentales. Salvo que digas que eres Dios o que has sido abducido por extraterrestres, nadie cree que estés enfermo.
Flipo.........