La vida da muchas vueltas y presenta oportunidades que no se pueden dejar pasar. Empezar de cero y desafiar al destino es lo que le ocurre a Teresa, una mujer con una vida gris muy necesitada «de color». En una visita a un anticuario de Madrid descubre el cartel de una tienda en París que un día perteneció a una tal Alice Humbert y decide viajar a la ciudad del amor para regentar ese espacio e iniciar una nueva etapa. Este es el punto de partida del musical Una tienda en París, que adapta la exitosa novela homónima de Máximo Huerta. Se representa mañana (18.30), el viernes y el sábado, a las 19.00, en el Auditòrium de Palma.
La acción de Una tienda en París transcurre «entre los felices años 20 parisinos y la actualidad, uniendo las vidas de dos de sus protagonistas, Teresa y Alice», detalla a este diario el director musical y escénico de este espectáculo, Guillem Durán. Música en directo, teatro, danza, pintura, cine y proyecciones interactivas son las disciplinas que se funden en esta historia «mágica y diferente», sostiene Durán, quien recuerda cómo este musical inició en 2019 una gira que arrancó en Madrid, con el beneplácito del propio Máximo Huerta, pero tuvo que suspenderse debido a la pandemia. «El 2020 iba a ser la consolidación de la obra, pero pasó lo que pasó», añade. Ahora vuelven «con más fuerza» y un espectáculo «que ha ido creciendo».
María Piaz, Jaume Fuster, Maria de Lluc Soler, Míriam Gala y Pedro Victory integran el reparto de Una tienda en París y sobre el escenario estarán acompañados por un cuarteto de músicos que interpretará los temas del montaje en directo. Tras su paso por Palma, el musical retomará su gira por la Península con paradas en Córdoba, Valencia, Zaragoza, Ávila, Granada, Sevilla o Burgos, entre otras ciudades aún por confirmar.
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