El reconocimiento para el gran público le llegó con María y yo (Astiberri, 2007), memoria gráfica en la que narra sus aventuras con María, su hija autista, y título por el que recibió el Premi Nacional de Còmic de Catalunya y convertido en un éxito de ventas en España. María y yo daría el salto al cine, en un documental que recibió una nominación a los premios Goya y a un premio Gaudí. En 2011 publicó Un largo silencio, un título en el que contaba la historia de su padre, un soldado republicano, durante la Guerra Civil, en unos años en los que vio reconocida su trayectoria con diversos premios, entre ellos el del Salón del Cómic en 2014 (a toda la carrera) o el de la Society of Newspaper Design.
Recientemente había puesto sus ojos en las aventuras de su perrita adoptada Cala (El gran libro de los perros, Astiberri, 2022), una novela gráfica, escrita a cuatro manos con su esposa, Karin Croo, que llegará a las librerías el 10 de marzo. Otro de sus últimos títulos fue Algo extraño me pasó camino de casa (Astiberri, 2019), donde narraba sin pizca de drama todo el proceso que tuvo que vivir cuando le detectaron y extirparon un tumor cerebral en febrero de 2019. Ese mismo año, algunos de los trabajos que hizo para El víbora se pudieron ver en el Museu Nacional d’Art de Catalunya en una muestra que recopilaba portadas e ilustraciones suyas y de otros grandes del underground como Nazario o Francesc Capdevila ‘Max’, afincado en Sineu. Hace unas semanas recibió el Premi Trajectòria 2022 de la Mostra Internacional de Cinema d’Animació de Catalunya (Animac) y el Ajuntament de Barcelona acababa de proponer concederle la Medalla d’Or de Barcelona al Mèrit Cultural.
El catalán participó en varias actividades en Mallorca. Su última visita fue en noviembre de 2019 en el Aljub de Es Baluard con motivo del programa educativo PAula. Gallardo descorchó la primera jornada con Yo no sepo dibujar, un recorrido por nuestras relaciones con el dibujo. En 2017, por ejemplo, presentó los libros Historias cotidianas y Creando ficción, del proyecto del Centro Gaspar Hauser y el laboratorio Ladat de la UIB. Cabe destacar también que el Solleric acogió en 2006 la muestra Com ser Gallardo, comisariada por Florentino Flórez y Joan Roig, de la que luego Cort editaría un catálogo. Numerosos artistas de la Isla expresaron su tristeza en redes, como Gabi Beltrán, Eva Barceló o Enriqueta Llorca.
Reacciones
Bartolomé Seguí, colaborador de este diario, destacó que «con la muerte de Gallardo perdemos a un autor portentoso y una persona encantadora». Álex Fito, también dibujante de la casa, explicó que «como lector me supuso la transición del cómic infantil al adulto. Pocos pueden hacer cómics tan geniales y diferentes como hizo él». Asimismo, Max señaló que «crecimos juntos como autores, compartíamos referentes e influencias, aprendí mucho de él, de su capacidad para la narrativa visual y de la expresividad gestual de sus personajes. Hemos tenido carreras en cierto modo similares y paralelas, pero aún envidio esa naturalidad y ese humor desarmantes con los que sabía transmitir sus historias, aún las más difíciles», subrayó.
Por su parte, Rafel Vaquer, nuevo presidente del Clúster del Còmic, afirmó que «deja muchos amigos en Mallorca» y destacó que la exposición del Solleric «fue la más importante que se le ha hecho». A su vez, contó que Paco Roca le contactó hace dos semanas para rendir homenaje a Gallardo, un proyecto en el que estarán Vaquer, Max, Flavita Banana, Calpurnio y Javier Mariscal, entre muchos otros. «Todavía no sabemos qué forma tomará, si de libro o exposición», concluyó.
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