Val Cubero avanza que enfocará la conferencia desde el punto de vista de las realizadoras que están en activo en diferentes países árabes: Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos, Líbano, Palestina, Emiratos y Qatar. A pesar de centrarse en figuras y obras contemporáneas, la experta también recordará a aquellas que empezaron a hacer cine décadas atrás, las que se atrevieron a «romper» con las normas o convenciones y se colocaron tras la cámara.
Lumière
«En el caso de Egipto, por ejemplo, poco después de que los hermanos Lumière inventaran el cine hacia 1895, surgen representaciones en El Cairo y en Alejandría. En este sentido, cabe destacar la figura de Assia Dagher que, como otras, empezó como actriz y luego se puso a realizar películas», cuenta. Otras realizadoras importantes para Val Cubero son Selma Baccar, considerada la primera mujer en realizar un largometraje en Túnez, Fatma 75 (1976), y las tunecinas Néjia Ben Mabrouk (La Trace, 1988); Moufida Tlatli (Los silencios del palacio, 1994), Leyla Bouzid (À peine j'ouvre les yeux, 2015) o Manèle Labidi (Un diván en Túnez, 2020). De Argelia sobresalen Yasmina Benguini, Mounia Meddour, Lina Soualem y, de Marruecos, Yasmine Kassari, Laila Marrakchi y Meryem Benm' Barek. Asimismo, recalca el trabajo de la libanesa Nadine Labaki, la palestina Mai Masri y la cineasta de Emiratos Árabes Nujoom Alghahem.
Sobre el perfil de las realizadoras árabes, la experta asegura que son «personas muy cosmopolitas, hablan varios idiomas». En cuanto a los temas que abordan en sus trabajos, asegura que «son cuestiones que no trataban generaciones anteriores, como son las relaciones de género, la juventud, la política, la sexualidad, la libertad o el aumento del fundamentalismo religioso». A su vez, señala que «los avances tecnológicos de digitalización les han facilitado los procesos de producción y rodaje». «El panorama es muy positivo, pues cada vez hay más directoras árabes que están haciendo sus películas y no solamente conocen su país, sino que la gran mayoría ha estudiado fuera, en países como Francia, Bélgica, Alemania, Canadá, Estados Unidos o incluso en España», declara.
Complejidad
A pesar de ese panorama favorecedor, Val Cubero reconoce que «es un momento complicado ya que, dependiendo de cada región, hay crisis migratorias, sociales y problemas económicos». Con todo, la experta insiste en que «la producción no ha parado» y pone como ejemplo el estallido de la Primavera Árabe, cuando las mujeres se lanzaron a contar lo que sucedía». En definitiva, «es un buen momento para estas realizadoras, que conocen tanto su realidad como la que está más allá de su territorio, saben lo que quieren contar, lo tienen claro y, además, muchas de ellas reciben premios en los grandes festivales de cine del mundo». «Es interesante que veamos todo tipo de cine, que está presente no solo en festivales, sino también en muchas plataformas. Es más fácil que nunca ver cine árabe contemporáneo y es importante que lo conozcamos», concluye la experta.
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